“Los mayores tienen mucho que contar”

¿Qué tal se vive en una residencia? ¿en qué trabajaba? o hasta ¿qué opina de la ley del ‘solo sí es sí? Son algunas de las muchas preguntas que un grupo de escolares de 6º de Primaria realizaron este martes a los usuarios de la residencia de mayores Las Salinas de Ourense. El alumnado participó en una jornada de convivencia intergeneracional en la que niños y mayores compartieron juegos y música, además de conversación.

“Es muy divertido, hablamos con ellos, les preguntamos cómo ha sido su vida y la verdad es que tienen mucho que contar, historias muy interesantes”, describe Sergio, que escuchó atentamente las peripecias de uno de los residentes. “Trabajé 33 años en un barco, recorrí África y estuve en Argentina y Brasil”, relata el usuario, rodeado de niños que le escuchan atentamente.

"Una terapia muy buena"

“Es una terapia muy buena para los mayores”, explica la animadora sociocultural del centro, Paula Pérez, “y una convivencia que hace mucha falta”. La visita de estos niños rompió la rutina habitual del centro llenando la sala de actividades de risas. “También es beneficioso para los niños porque escuchan y aprenden de ellos, a los mayores se les ve en la cara lo felices que están”, apunta la animadora.

No es la primera vez que estos escolares interactúan con personas mayores. En Navidad enviaron cartas a los usuarios de otro centro y ayer compartieron con los usuarios de Las Salinas varias actividades. Empezaron con una sesión de gimnasia y juegos y continuaron con un taller de carnaval en el que los chavales elaboraron el gorro de chef que los mayores usarán para su disfraz de cocineros este entroido. Después llegó la música tradicional con panderetas y conchas de vieiras y todos cantaron juntos temas como “A saia da Carolina”. Los escolares tocaron una pieza con la flauta y bailaron “Terra”, de Tanxugueiras.

“Es muy bonito, los niños son muy sensibles, solidarios y tienen mucha empatía, nos pareció muy interesante realizar esta convivencia”, apunta Sali Álvarez, profesora del CEIP Vistahermosa. “Con la pandemia nos dimos cuenta de lo que era estar solos, aislados, y creemos que los mayores también se pueden sentir así y que necesitan mucha compañía, los niños son muy alegres y están encantados de venir”.

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