“Hay ganas de Entroido y este año triunfa el disfraz de ‘Miércoles’, la serie televisiva”

“Hay mucha ganas de Entroido, y este año han empezado a venir las personas mucho antes a comprar, aunque ya sabemos que, a partir del fin de semana, volverán las largas colas, pues siempre la mayoría espera al final” explica Patricia Torres, propietaria de uno de los locales históricos de disfraces de Ourense . “O Almacén”.

Ayer ya había lleno en muchos establecimientos del sector y se sabe que el disfraz “top” de ventas de la temperada, “todo lo relacionado con el personaje de “Miércoles”, de la serie de Netflix, que se está casi agotado” lamenta Patricia Torres.

Lo demandan sobre todo adolescentes, y la estética gótica de este personaje de niña vestido de profundo luto y con trenzas y rostro mortecino, tendrá muchas dobles por las calles de la ciudad, a tenor de las ventas.

Se prevé, según otros negocios consultados que el personaje de Shakira y Piqué, ganen enteros “pues disfrazarse de la cantante es muy fácil, una peluca rubia y poco más” explican.

Patricia, que lleva más de 30 años al frente de este negocio, entre los decanos del sector, conoce a fondo los gustos de los ourensanos en esta fechas, y sabe cuales son los clásicos que no fallan en cada entroido en la ciudad

Ofrece miles de modelos y accesorios en su tienda, desde bebé, a grandes tallas, pero el que más se vende en los últimos años en el caso de los hombres es “el de vikingo, por encima del de pirata, que sigue siendo un clásico” explica. Un disfraz donde prima el gorro de enormes cuernos. “Es curioso, porque los cuernos suelen ser gratis, y ellos vienes a pagarlos”, bromea la empresaria, acostumbrada a que lo pedan los disfraces más variopintos.

Los trajes de “superhéroes” también son de los más demandados por los hombres de cualquier edad en Ourense, mostrando que en Entroido quieren recuperar a veces al niño que llevan dentro.

En el caso de las mujeres, “las chicas ya no quieren trajes de princesas, eso queda para las niñas de 7 años para abajo” asegura Patricia. “Ellas piden o trajes calentitos de animalitos, y sobre todo ir de amazonas, de vengadoras, una mujer más activa, más guerrera. También se está vendiendo mucho de artistas de los años 70 y 80”, explica.

Ayer jóvenes como Alejandro y Marcos, eran algunos de los numerosos vecinos y vecinas de todas las edades, que, durante la mañana y desde primeras horas de la tarde, se agolpaban ya en los establecimientos dedicados al mundo del disfrazas, que desde hace semanas, ya retiraron todo vestigio de productos de las fiesta navideñas, para colgar todo lo necesario para un nuevo ciclo festivo, el del loco entroido ourensano.

Muchas de las ventas se están produciendo para asistir al programa de Entroido en la provincia, pues en zona como Xinzo, este comenzó hace una semana.

“La careta del rey emérito es de lo más solicitado, pero ni la hay ni se la espera”

Los más impensables complementos y trajes, se pueden encontrar O Almacén la tienda que regenta Patricia Torres, el “alma de la fiesta” en Ourense, ciudad a la que llegó, por matrimonio en la década de los 80 desde su Perú natal, y en laque regenta desde hace más 30 años, este tipo de negocio. Primero comenzó como multiprecios, hasta irse especializando y eso le ha permitido abrir todo el año. “Tenemos accesorios para todo tipo de celebraciones, que hay en el año, desde cumpleaños, fiestas populares de los pueblos, fiestas temáticas, despedidas de soltero hasta graduaciones, incluidas las que ahora hacen en las escuelas infantiles” indica la empresaria. Entre las peticiones más curiosas que recibe estos días, los más fuertes de ventas y público “he escuchado de todo, a veces te quedas patidifusa con lo que pide la gente, lo más demandado en cuanto a caretas, pues ya se sabe que el carnaval es puro morbo, es la careta del Rey Emérito, pero ni la tenemos, ni se la espera” bromea. “Luego hay gente que nos pide cosas como un traje de pescador, que me solicitó una señora. No tiene sentido que se gaste el dinero, le dije, en algo que se hace con un gorro, un chaleco y un palo con un sedal, sentencia Patricia Torres.

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