Los Reyes Magos trajeron un rocódromo

Sorpresa para alumnos y profesores del CPI Antonio Faílde a la vuelta de las vacaciones

El alumnado asistió a la inauguración del nuevo espacio, incluido el mural, en el pabellón.   | // IÑAKI OSORIO

El alumnado asistió a la inauguración del nuevo espacio, incluido el mural, en el pabellón. | // IÑAKI OSORIO / S. DE LA FUENTE

Cuesta regresar a las aulas tras las vacaciones navideñas, pero en el CPI Antonio Faílde, de Cambeo (Coles), el madrugón mereció la pena. Alumnos y profesores se encontraron a su llegada con una grata sorpresa: un rocódromo y un nuevo mural en el pabellón de deportes del centro educativo. “Nos lo han dejado los Reyes Magos”, desveló la directora, Eiro López, orgullosa de presentar ante el alumnado y el equipo docente el proyecto que el equipo directivo ideó y desarrolló en secreto para darles esta sorpresa a la vuelta de las vacaciones.

“Casi no dormí”, confiesa la directora, que esperaba ansiosa la reacción de los 340 estudiantes de infantil, primaria y secundaria del centro. “Y les encantó, se pusieron muy contentos”, apunta. A la inauguración asistieron el delegado de la Xunta, Gabriel Alén, que es profesor de educación física con plaza en este centro, y el alcalde de Coles, Manuel Rodríguez, entre otros.

Dos escolares realizan una demostración en el rocódromo.

Dos escolares realizan una demostración en el rocódromo. / INAKI OSORIO

El proyecto surgió de la idea de apostar por la actividad física y el deporte más allá de los tradicionales juegos de balón. “En el centro tenemos dos alumnos, Valeria y Marco, que forman parte de Asesou (Asociación de Escaladores Ourensáns) y practican este deporte a nivel competitivo, además de otros estudiantes que también están apuntados en escuelas, aunque no federados. Por esto, y sobre todo desde que la escalada es deporte olímpico, nos pareció buena idea apostar por el rocódromo”, explica la directora.

No es el único centro educativo de la provincia que cuenta con una instalación de este tipo, pero probablemente sí sea la más grande. Las piezas se despliegan a lo largo de una de las paredes del pabellón, sobre la que se ha pintado un mural que recrea un bosque poblado de especies autóctonas de la zona. El rocódromo mide 2,5 metros de alto por 7 de largo y el mural 14x9.

El alumnado se llevó ayer una grata sorpresa.

El alumnado se llevó ayer una grata sorpresa. / INAKI OSORIO

“Las piezas están ancladas con todas las medidas de seguridad y hemos puesto colchonetas”, explica Eiro. El alumnado preguntaba ayer cuándo podrían estrenarlo. “Lo usaremos en la hora de educación física con el profesor, que también practica este deporte”.

Suscríbete para seguir leyendo