Baño de ilusión en la Cabalgata de Reyes

Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron la ciudad en dromedario en un multitudinario desfile de magia y luz

Música, luz y magia protagonizaron las decenas de cabalgatas reales que ayer recorrieron todos los rincones de la provincia. En Ourense ciudad, miles de familias abarrotaron el itinerario previsto para no perderse ni un detalle de la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar que, al igual que en 2022, recorrieron la ciudad a lomos de dromedarios y acompañados por una comitiva con 300 participantes que animaron la tarde-noche más esperada por los pequeños de la casa.

Los reyes llegaron en tren a la estación Ourense-Empalme a las 17.30 horas, donde fueron recibidos por centenares de niños concentrados en la explanada de la intermodal para darles la bienvenida. Para los más rezagados, en la comitiva que acompañó a sus majestades no faltó el cartero real, que todavía tuvo tiempo para recoger algunas cartas.

El alcalde Gonzalo Pérez Jácome recibió a Sus Majestades, que llegaron en tren, en la estación intermodal.

El alcalde Gonzalo Pérez Jácome recibió a Sus Majestades, que llegaron en tren, en la estación intermodal. / BRAIS LORENZO

El desfile estuvo precedido por dos charangas y bailarines que amenizaron la espera del público a lo largo de todo el itinerario hasta la Praza Maior. La animación anticipaba el inminente paso de los Reyes Magos, por lo que el nerviosismo iba creciendo entre los más pequeños al paso de la música y el baile. El sonido repetitivo y acelerado de la batucada anticipaba la llegada de la cabalgata. El ritmo iluminó las caras de los niños, muchos subidos en brazos de sus familiares, para no perderse detalle. Ahí comenzó la gran tirada de caramelos. Hasta 4.000 kilos se lanzaron a lo largo de todo el espectáculo. Tras los músicos, personajes en zancos y patines, el camión antiguo de los bomberos y maniquíes hinchables, se abrieron paso entre la multitud.

Saludo real desde el Puente Romano.

Saludo real desde el Puente Romano. / BRAIS LORENZO

Una carroza musical con la actuación de Diego Nóvoa Band animó a niños y mayores mientras veían desfilar a un grupo de caballos hinchables que se agachaban para saludar a la gente y al entrañable cartero real, recogiendo las últimas peticiones y prometiendo que, pese a llegar tan justas, serían atendidas por los majestuosos Melchor, Gaspar y Baltasar.

Ansiosos, los más pequeños estiraban al máximo sus cuellos para ver si llegaban ya los tres magos de Oriente. Precediendo a las carrozas, desfilaron más muñecos hinchables gigantes y la legión romana, con su cuadriga y el ritmo de los tambores. Y ya sí, las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque los tres reyes no iban subidos en ellas, si no a continuación, en sus dromedarios. Excepto Melchor, que en el último tramo, antes de llegar a la Alameda, se bajó y continuó a pie.

Los reyes durante su paseo por la ciudad.   | // BRAIS LORENZO

Los reyes durante su paseo por la ciudad. | // BRAIS LORENZO / S. DE LA FUENTE

La participación de animales, como ya ocurrió en años anteriores, fue criticada por asociaciones animalistas y los grupos de la oposición exigieron sin éxito su retirada del programa.

Así recorrieron la ciudad con su séquito de 21 pajes, saludando a su paso a todos los niños, cada vez más emocionados. Tras ellos, y elevando la dosis de ilusión, un circulaba un camión de regalos. “¿Será alguno de ellos el mío?”, se preguntaban algunos.

Cerrando el desfile, el espectáculo de Pablo Méndez Troupe, hadas y drogones, y el bus musical en el que actuaba el grupo Broken Peach.

Así llegaron los reyes a la Praza Maior, donde realizaron la ofrenda en el belén y fueron recibidos por el alcalde y centenares de familias y niños convencidos de que les esperaba una noche mágica.

Miles de personas asistieron al desfile real.

Miles de personas asistieron al desfile real. / BRAIS LORENZO

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