Un paseo por la cultura castrexa

“Plástica castrexa”. Así se llama la exposición que el Museo Arqueolóxico de Ourense organiza, en colaboración con Afundación y la Xunta de Galicia, para abrir a la sociedad ourensana y gallega un total de 75 piezas de gran valor artístico, histórico y patrimonial que hablan de la cultura castrexa. Es un recorrido, que se puede visitar en la sala de exposiones de Afundación (Plaza Mayor) hasta el 26 de febrero, muestra un conjunto de piezas localizadas en los castros ourensanos de Armea (Allariz), Castromao (Celanova), Rubiá (Bande) ou Outeiro de Baltar (Baltar). Los organizadores de la exposición comentan que “reunidos a partir de conceptos temáticos que, a su vez, denotan funcionalidades distintas, la muestra permite aprecidar dos de las grandes características de la plástica galaica: su enorme singularidad y especificidad como conjunto artístico y simbólico, y al mismo tiempo, su conexión con otras culturas y formas de representación de la Edad de Hierro”.

Sedentes, representaciones de cerdos, trísceles, amarradoiros y también couzóns. Todas ellas piezas únicas que hablan de Ourense, de la historia galaica y de una forma de vida pasada. En la planta inferior hay un desfile de figuras que se localizaron en los derrumbamientos de las casas y viviendas. Los organizadores comentan que “destacan la presencia de fragmentos de frisos que componían espacios monumentales y también hay piezas que conservan su policromía original, mostrando la visión actual de esas esculturas”. Y añade que “la muestra revela todo un estilo definido de decorar y construír estética en las viviendas de los galaicos”.

El paseo por la cultura castrexa termina con una variedad de piezas muy diversas, en las que aparecen diferentes tipos de representaciones como las de un carnero y un cerco muy naturalista o el misterioroso simio, de traza enormemente naturalista, localizado en Castromao. Los organizadores comentan que “al final son tres sendentes localizados en la comarca de A Limia, puestos en relación con la familia de los sedentes ibérticos del levante peninsular. Las tres figuras, descabezadas, están sentadas elaboradas en sillas con trisqueles, vasos con ofrencas y son tan realistas y reveladoras como misteriosas”.

En la exposición también se puede encontrar el guerrero de Rubiá (Bande), una de las cabezas de Armeá y otros elementos singulares que hablan de Ourense y de los asentamientos que tuvieron lugar en la provincia. Detalles conocidos y otros menos conocidos que se comparten con explicaciones para conocer el pasado, para entender el presente y el futuro. Figuras únicas que hacen de la exposición un reclama turístico no solo para visitantes, sino también para los propios ourensanos.

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