Aser Moreiro Casal, guardia civil con destino en el Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Policía Judicial de Ourense, es uno de los especialistas que ha participado en un curso de la UNED –finalizó ayer–, cuyo objetivo ha sido tratar las dificultades que aparecen al dejar la prostitución, así como mostrar las vías de apoyo a las mujeres durante el proceso de abandono, y con posterioridad.
“La salida de la prostitución es un camino especialmente largo y doloroso que parece interminable y en el que muchas mujeres se encuentran con obstáculos que parecen insuperables”, advertía la UNED en la presentación de una actividad formativa que se desarrolló en Celanova los viernes y sábados 18, 19, 25 y 26 de noviembre, durante un total de 22 horas.
"La libertad no existe en la gran mayoría de casos, no hay una voluntariedad"
“La prostitución supone una cosificación y una minusvaloración, un usar y tirar a una mujer. Se trata de una comercialización pura y dura, la libertad no existe en la gran mayoría de casos, no hay una voluntariedad”, asegura el especialista, que intervino en el curso formativo el pasado fin de semana.
Como señala el agente, “la mayoría de las mujeres que pueden abandonan la prostitución en cuando tienen una mínima estabilidad económica”. Muchas arrastran problemas de adicción a las drogas, a las que se ven forzadas por propia indicación del putero o “para poder sobrellevar” su traumática situación, “rebajando la percepción de la realidad” con las sustancias, indica el especialista.
En la organización que las capta, las explota y las controla, “todo es violencia” y la víctima sufre una vulneración “física y psicológica”. Desde el punto de vista de los investigadores, serían necesarias “más herramientas y modificaciones en la legislación, para poder trabajar de una manera más contundente contra el tráfico de personas”.
Situaciones de pobreza en los países de origen y necesidad de lograr ingresos para la familia forman parte del contexto habitual de las víctimas de explotación sexual. Los agentes constatan que muchas no denuncian o se retractan por miedo o amenazas de represalias hacia sus seres queridos. En la prostitución femenina, “el 98% de las mujeres” son de origen extranjero. En el caso de los hombres, un 96%.
“La educación es la base primordial de cualquier sociedad”, confirma el agente Moreiro cuando se le pregunta si una formación en igualdad y valores es la estrategia de partida para disuadir del consumo de sexo a cambio de dinero, para poner fin a una actividad alegal que mercantiliza a seres humanos.
También considera fundamental educar y concienciar contra el consumo –a golpe de clic en el ordenador, o del teclado del móvil– de pornografía. “Actualmente ya no es solo que se busque, sino que en muchos grupos de WhatsApp o Telegram, hay algunas personas que envían ese tipo de contenidos como si se tratase de algo normal”.
El especialista advierte de los riesgos que supone este tipo de vídeos para los jóvenes, una distorsión en su proceso de configuración de la educación sexual y afectiva. “Esos vídeos no transmiten precisamente cariño, ni el tono habitual de una conversación, ni las conductas normales de una relación, sino una dominación de la mujer, que es tratada como un simple objeto”, subraya el integrante del equipo Emume.
En el curso de la UNED Ourense también impartió una ponencia, el pasado 18 de noviembre, la abogada Alejandra Fernández González, experta en violencia de género, que disertó sobre la situación de alegalidad de la prostitución en la actualidad y la proposición de ley del PSOE para la abolición y penalización, mediante la prohibición del proxenetismo en todas sus formas, incluido el castigo penal a los dueños de locales de alterne. La letrada hizo un recorrido por la situación en otros países de Europa, algunos con una regulación laboral.
Yerma González Hevia, psicóloga forense, activista feminista e integrante de la Asociación Feminista Falando Nós, se encargó de la sesiones del sábado 19 de noviembre y de este fin de semana. La experta habló sobre desigualdad, pornografía y la prostitución como una cultura de la violación, así como del trauma que sufren las mujeres explotadas sexualmente y sobre la necesidad de una intervención profesional centrada en la detección y prevención de mujeres y niñas en situación de prostitución.
El curso estuvo dirigido por José María Faílde, profesor tutor de UNED Ourense, doctor en Psicología y profesor titular de la Facultad de Educación. El coordinador ha sido Roberto Ignacio Fernández López, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Vigo, profesor tutor y coordinador de Extensión Universitaria de UNED Ourense.
