Tres atracos a punta de pistola cometió Jonatan R. P. antes de ser detenido por el homicidio del Bar Novo. En 2021 fue condenado –mostró su conformidad– a 3 años y medio de prisión por un robo con intimidación en una gasolinera de Bentraces (Barbadás). Estos hechos fueron perpetrados un mes después del crimen.
El autor confeso de la muerte violenta de Evaristo M., al que mató el 4 de febrero de 2020 durante una discusión por 2 gramos de cocaína, fue sentenciado por la Audiencia Provincial a 11 años de prisión, después de que el jurado lo declarara culpable, por unanimidad, en el juicio celebrado el pasado marzo.
Hace unos días volvió al juzgado para asumir su última cuenta por la serie criminal que protagonizó en febrero y marzo de 2020. Acepta un total de 4 años y 3 meses de prisión por atracar a punta de pistola, dos veces, un bar-panadería de A Merca. Lo hizo el 18 y 24 de febrero de 2020, pocos días después de cometer el crimen.
La pena de cárcel se suspende durante tres años a condición de que no delinca durante el mismo periodo de tiempo, abone la responsabilidad civil y siga con el tratamiento de deshabituación de las drogas, la adicción que lo condujo a la espiral delictiva.
El 4 de febrero de 2020, Jonatan R. P. acudió al bar que regentaba el fallecido, que ya estaba cerrado, con la finalidad de comprarle sustancias estupefacientes, como ya había hecho en otras ocasiones, portando un arma detonadora. La víctima le proporcionó dos gramos de cocaína, en lugar de los cuatro que pretendía el comprador, lo que provocó una discusión entre ambos.
Durante la disputa, el acusado, que se negaba a abandonar el establecimiento sin más droga, empujó al hostelero, provocando su caída al suelo, donde le golpeó en la cabeza con la pistola.
Además, le clavó una botella rota en el cuello, ocasionándole la sección de la vena yugular. El homicida confesó los hechos tras su detención y hasta el juicio. El jurado lo declaró culpable y la Audiencia impuso una condena de 11 años. La sala no tuvo en cuenta ninguna de las atenuantes invocadas por la defensa, ni la de haber actuado a causa de su grave adicción a sustancias estupefacientes ni la de confesión tardía.
Dos semanas después de cometer el crimen, a las 9 de la mañana del 18 de febrero de 2020, Jonatan R. P. acudió con un pasamontañas y una pistola de fogueo a un bar-panadería ubicado en Parderrubias, en A Merca. Apuntó con el arma a la propietaria y le solicitó el dinero. La víctima replicó y el encausado le respondió: “¡Que abras la caja y me des el dinero!” Presa del miedo y del nerviosismo provocados por la situación, la víctima abrió la caja y Jonatan cogió todo el dinero, 415 euros, y después se fue del lugar.
Seis días más tarde, a las 7 de la mañana del 24 de febrero de 2020, Jonatan volvió a atracar en el mismo establecimiento. De nuevo llevaba pasamontañas para intentar no ser descubierto. La víctima, en esta segunda ocasión, fue una trabajadora. La apuntó con la pistola y, esta vez sin mediar palabra, hizo gestos hacia la caja para conminarla a que le entregase la recaudación. La mujer abrió la caja y el acusado se marchó con 140 euros.
Por cada uno de los dos delitos de robo con violencia se imponen 2 años, un mes y 15 días de prisión, pero el acuerdo de conformidad implica la suspensión de la pena de cárcel, si Jonatan acata los tres requisitos antes citados. Se le aplica la atenuante de drogadicción.
También confesó –y la justicia le reconoció una circunstancia atenuante– la autoría de un robo con violencia, perpetrado a punto de pistola, en una gasolinera de Bentraces (Barbadás). Estos hechos ocurrieron un mes después del crimen, apenas una semana más tarde del inicio del confinamiento estricto por la emergencia sanitaria del COVID.
También actuó con pasamontañas y con la pistola. Sobre las 21.15 horas del 21 de marzo de 2020, en compañía de otra persona no identificada, el encausado accedió encapuchado a la gasolinera de Bentraces, emplazada al pie de la carretera de Celanova.
Encañonó a uno de los empleados y le exigió que le entregara el dinero, mientras el otro atracador rompía los cables del teléfono. Consiguieron apoderarse de 300 euros de la caja registradora, de la cartera de un trabajador, que contenía 100 euros, así como de su móvil.
Por estos hechos, Jonatan R. P. aceptó en octubre de 2021 –5 meses antes del juicio por el crimen– 3 años y medio de cárcel.
