Los relicarios de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil, en uno de los cuales se encontraron en 2020 los anillos de cuatro de los denominados nueve obispos santos –son joyas a los que las leyendas atribuyen poderes sanadores–, contarán con un sistema de mecanización para su apertura que permitirá la visión de las pinturas murales tardogóticas recuperadas por la diócesis de Ourense.
La intervención, de 50.000 euros, será el fruto de un acuerdo entre la Fundación Iberdrola España –la compañía hidroeléctrica que explota los embalses de generación de la Ribeira Sacra– y el obispado. El presidente de la entidad, Fernando García, y el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, suscribieron ayer el convenio en esta iglesia integrada en el monasterio de Nogueira de Ramuín.
Cuando se retiraron los relicarios del templo para proceder a su restauración, se descubrió un excepcional conjunto de pinturas murales tardogóticas, datadas en el siglo XV, al realizar unas catas en la cal que recubría la pared. El proyecto supondrá la instalación de un mecanismo móvil que permitirá volver a colocar los relicarios en su lugar original, pero posibilitando que los armarios puedan desplazarse para dejar a la vista los frescos.
Entre otras acciones, la intervención constará de la instalación de un sistema de ejes articulados con una estructura metálica sobre la que se colocarán los relicarios, así como con la realización de planos en tres dimensiones y diseños cinemáticos para una solución técnica óptima, explican las entidades.
En la fachada del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, restaurado como parador de turismo en el corazón de la Ribeira Sacra, hay un blasón labrado en granito que representa nueve mitras. Son las correspondientes a los nueve obispos que vivieron en torno al siglo X y pasaron sus últimos años en un retiro espiritual en Santo Estevo.
Son venerados como santos el 26 de enero, aunque no están canonizados formalmente. La fama de los prodigios sobrenaturales de los nueve religiosos y sus anillos atraía a muchos peregrinos, así como también generosos donativos que contribuyeron a engrandecer y embellecer el monasterio. Ya en el siglo XV sus restos se trasladaron a dos arquetas doradas que flanquean desde entonces el altar mayor de la iglesia.
En diciembre de 2020, durante la restauración de uno de estos relicarios, apareció una pequeña bolsa de tela con bordados metálicos que guardaba cuatro anillos –tres de ellos, todavía con las piezas engastadas– y una nota que avisaba desde tiempos pretéritos de la ausencia de los otros cinco.
“Estos cuatro anillos son los que quedaron de los nueve Santos Obispos. Los demás desaparecieron. Por ellos se pasa agua para los enfermos y sanan mu[chos]”, decía uno de los manuscritos que estaba dentro de la bolsa de tela.
En la novela ’El bosque de los cuatro vientos’, la escritora María Oruña hablaba casi de forma premonitoria sobre la leyenda de las sortijas de los obispos santos. El libro se publicó solo unos meses antes del descubrimiento.
La especialista Vania López, directora del centro de restauración San Martín, de la diócesis de Ourense, explica que la recuperación de los frescos, que estaban ocultos bajo la cal, permite ahora hacer una lectura completa de la obra desde cierta distancia y, desde más cerca, diferenciar la parte original de la restauración reciente.
El delegado diocesano de Patrimonio, Luis Manuel Cuña, destaca que es la primera vez que se acometerá en Galicia una intervención para “poder preservar los relicarios pero también las pinturas, que se han descubierto de forma tan providencial y dan todavía más valor al conjunto monástico y parroquial”.
Además, el experto lanzó un guante más a Iberdrola de cara a más ayudas en el futuro, para continuar con la recuperación del conjunto, pasando por el retablo mayor.
"La Iglesia ha necesitado grandes mecenas a lo largo de la historia”
El presidente de la Fundación Iberdrola, Fernando García, asegura que la compañía tiene un compromiso de “dividendo social”, entre cuyos objetivos están la conservación del patrimonio. El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, señala que “la Iglesia ha necesitado grandes mecenas a lo largo de la historia”.
De la intervención en los relicarios, el prelado subraya que se trata de “un proyecto de recuperación histórico-artística y de vanguardia” en la Ribeira Sacra. Santo Estevo “es uno de los buques insignias”, junto a otros monasterios como Santa Cristina o Montederramo.
“Con muchos pocos podemos realizar grandes empresas. Agradecemos mucho lo que nos ofrecen los mecenazgos. Esperemos, con la ayuda de todos, poder continuar con el proceso de recuperación de esta realidad tan hermosA que es Santo Estevo”.
El obispo puso en valor el trabajo de la escuela de restauración San Martín, “que se ha empeñado en la recuperación fascinante de algo con lo que no contábamos, incluso con el hallazgo sorprendente de los famosos anillos de aquellos predecesores míos en la historia del tiempo. Aquellos que, parece ser, eran milagrosos, yo creo que el mío no”, bromeó.
“Vamos a intentar que el proyecto de Santo Estevo de Ribas de Sil se convierta en realidad”.
