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El conflicto del siderometal se recrudece tras un tenso inicio de huelga indefinida

Los bomberos apagan varios contenedores en un concesionario de la carretera de Vigo. | // FERNANDO CASANOVA

Piquetes, petardos y contenedores en llamas protagonizaron el primer día de la huelga indefinida del siderometal en la provincia de Ourense convocada conjuntamente por CIG, UGT y CCOO. El sector, que aglutina a más de 4.500 trabajadores de la industria del metal, instaladores eléctricos, talleres de reparación y concesionarios de vehículos, ya vivió la semana pasada dos jornadas de paro, pero desde este miércoles, y ante el fracaso de las negociaciones entre la patronal y los sindicatos para firmar el convenio colectivo, las protestas se han recrudecido.

El seguimiento en esta primera jornada, según las organizaciones convocantes, fue mayoritario. Los piquetes recorrieron ya de madrugada los principales polígonos y empresas para informar a los trabajadores de la convocatoria de huelga indefinida y animarles a secundar el paro. Desde la CIG destacaron que el sector de la automoción estuvo “prácticamente sin actividad”, al igual que las principales empresas del sector y buena parte de los concesionarios de venta de vehículos. Tras recorrer las diferentes zonas empresariales se reunieron en la casa sindical del Parque San Lázaro para manifestarse hasta la sede de la CEO reclamando un “convenio colectivo digno”.

Pintadas en un autobús y un vehículo de la Guardia Civil.

El balance es desigual, y mientras la parte social habla de seguimiento “masivo”, la representación empresarial cifra la participación en un 30-35%, destacando que algunas empresas funcionaron “con total normalidad”. Además, a través de un comunicado difundido por la CEO, denuncian “incidencias y actuaciones desproporcionadas” de los piquetes, citando que se llegó a impedir el paso de trabajadores a empresas e incluso “agresiones entre los propios compañeros de trabajo”. En esta línea, la parte empresarial señala que la “violencia demostrada por los piquetes” les aleja de un acuerdo e incluso de la posibilidad de volver a sentarse a la mesa negociadora, “pues no pueden pasar por alto la gravedad de algunos hechos que, si bien con carácter puntual, se están dando en algunas empresas”.

También desde la asociación de empresarios del polígono de San Cibrao manifestaron su “solidaridad y apoyo” a los trabajadores que acudieron a sus puestos y condenaron las “acciones violentas que se están produciendo en diferentes puntos de la provincia”, enfatizando que “no se puede defender un derecho como el de la huelga pisoteando otros, como el derecho al trabajo”.

Recorrido de los piquetes en la carretera de Vigo. | // FERNANDO CASANOVA

En este aspecto, Justo Suárez Cuquejo, de CCOO Industria, recordó que se trata de un contexto de huelga y negó que se hayan producido comportamientos violentos, recalcando que en todo momento los piquetes actúan acompañados por patrullas de la Policía Nacional y la Guardia Civil y que “no ha habido ningún detenido ni denuncias”. De hecho, destaca el clima cordial de la movilización en esta primera jornada de huelga indefinida en la que “no ha habido enfrentamientos entre compañeros, y en las empresas en las que estaban trabajando se pidió permiso para informar”.

Propuestas de subida salarial

La huelga indefinida continuará hasta que la parte empresarial asuma las principales reivindicaciones del sector. “Nuestro interés principal es arreglar el conflicto, pero no a cualquier precio”, señala Suárez. La última oferta de la patronal fijaba una subida salarial del 5% en 2022 (pero solo aplicable al último semestre) y del 4% para 2023 y 2024. “No fue una propuesta, fue un ultimátum”, censura Suárez, y critica el intento de la parte empresarial de ofrecer como una mejora la subida del 4 al 5% este año: “Un 5% para seis meses es menos que el 4% para 12, son matemáticas”.

Frente a esto, la parte social reclama un 6,5% en 2022 (con retroactividad al 1 de enero) y 2023 y un 5% en 2024.

Esta cuantía, señala Indalecio Gómez, de CIG Industria, “no garantiza siquiera el mantenimiento del poder adquisitivo, teniendo en cuenta que el IPC de agosto ya superó el 10% y la previsión es que continúe al alza”. Reprueba que en este escenario, “la patronal quiere aprovechar la subida de precios para incrementar os sus beneficios”, denuncia.

Por su parte, las asociaciones empresariales implicadas defienden que la subida del 13% en tres años “mejoraba en un punto el anterior ofrecimiento económico”, y les resulta “incomprensible” que la parte laboral considere insuficiente un aumento “por encima de la media de lo que actualmente se está firmando en otras partes de España”.

Por otro lado, hoy se inicia una huelga indefinida en la empresa Megatech para reclamar, entre otras mejoras, que se limite el uso de ETTs en la contratación de personal.

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