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El ‘sprint’ final de Jácome: ocho meses para que expire el mandato y cinco servicios en precario

Siguen sin renovar los más costosos, como autobuses, limpieza y recogida de basura o el de agua y saneamiento | Entre todos suponen más de 24 millones al año para el Concello

Autobús urbano fuera de servicio al averiarse en ruta. | // IÑAKI OSORIO

El tiempo de un político corre en contra, aunque este sea un atleta como Gonzalo Pérez Jácome. A ocho meses de que expire uno de los mandatos más convulsos–con pactos y sucesivas rupturas que han culminado, a día de hoy, con un gobierno local de cuatro concejales–, en el Concello de Ourense siguen en precario varios servicios municipales, entre ellos cinco de los grandes, que se llevan más de 24 millones anuales de los presupuestos municipales y cuya concesión, en algún caso, como la del servicio de transporte urbano, está caducada desde hace 7 años.

Parquímetro de la ORA en la ciudad. | // IÑAKI OSORIO

El tiempo de un político corre en contra, aunque este sea un atleta como Gonzalo Pérez

A ese paquete de servicios municipales en precario se ha sumado el de limpieza y recogida de basura, que gestiona Ecourense. Es el más costoso, ya que supone 11,7 millones de euros al Concello, según consta en su memoria de presupuestos. La concesión fue prorrogada en 2020 por dos años más, pero ya caducó de nuevo, en marzo de este año.

El alcalde declaraba hace unos días su intención de reactivar los trámites para poder sacar a concurso este servicio, que fue adjudicado en 2010, y casi desde su inicio con desencuentros con la administración local.

Entre el paquete de grandes concesiones en precario está el servicio del transporte urbano, que gestiona Urbanos Ourense, con un coste de 6,5 millones anuales, sin renovar desde 2015, y que tiene como consecuencia una flota de autobuses en la que las averías son constantes, incluso durante el servicio, al tener muchos vehículos que rondan los 30 años. El alcalde ya ha adjudicado la compra de 30 nuevos buses urbanos, pero los pliegos para renovar la concesión de líneas y servicios siguen en punto muerto.

No hay tampoco plazo para la salida a concurso de otro servicio tan impopular para muchos como necesario, que es el de la ordenanza reguladora de aparcamientos, la ORA, que lleva implícito el servicio de grúa.

¿Que va a pasar con la ORA?

Este servicio que presta la empresa Doal en precario desde el año 2016, es decir sin actualizar desde hace 6 años, tiene un coste para las arcas municipales de 1,3 millones euros, pero la incertidumbre es total.

Si bien cuando se cumplía un año de mandato municipal, el alcalde anunciaba su intención de renovar el servicio, poco después lanzó en sus redes la posibilidad de suprimir la zona azul al ver obsoleto el modelo de parquímetros. Culpaba incluso en parte de los problemas de tráfico, a la continua rotación de vehículos buscando una plaza ORA donde estacionar.

El servicio de mantenimiento semafórico, con un coste anual de 700.000 euros, no es de los más onerosos, pero está caducado desde 2015, año en el que se le adjudicó a SICE. Curiosamente en 2017 con el PP en el gobierno local y Carlos Campos como edil de Tráfico, se elaboraron unos pliegos para renovar el concurso que estaban pendientes entonces del informe de los técnicos, señalaron.

El presupuesto aumentaba hasta los 900.000 euros, al incluir en el pliego novedades como el “botón rojo”, señaló el entonces edil, “capaces de fotografiar las matrículas de los coches que excedan la velocidad permitida o pasen el semáforo en rojo” . Elaborar el pliego costó tiempo y dinero, pero nada se sabe de su destino.

Más de 4 millones anuales supone también el servicio de saneamiento y abastecimiento de agua, uno de los de coste más alto para el Concello, pero la concesión está en precario desde 2018. Hablar de servicios “en precario” es un término que se ajusta, pues al no actualizar las concesión y precios, baja a veces la calidad de la explotación.

El coste del servicio de limpieza se disparó de 9,2 a 11,8 millones anuales

Con 11,7 millones de euros anuales, el servicio de limpieza y recogida de basura, que gestiona Ecourense, es la concesión municipal que más cuesta al Concello, que en 2020 prorrogó por dos años más el contrato, un plazo que, sin embargo, ya venció el pasado mes de marzo. Adjudicada a la UTE Ecourense, integrada por FCC, Geseco y Copasa, con lo cual se contentaban los intereses de las empresas foráneas (inicialmente solo iba a ser FCC) y las constructoras locales como Copasa, se adjudicó por un precio anual de 9,2 millones de euros, que fue criticado entonces por su alto coste. Ya a los dos años de la concesión, el entonces alcalde Francisco Rodríguez, anunció el encargo de un informe para conocer si la adjudicataria estaba cumpliendo todos los compromisos incluidos en el pliego de condiciones del contrato.

Por su parte, en sus alegaciones, la firma señaló que habían aumentado a lo largo de los años las calles y urbanizaciones que tenía que atender, por encima de los compromisos técnicos y económicos del contrato.

En todo caso, el contrato inicial era de algo menos de 9,2 millones de euros, en la actualidad ronda ya los 11,8 millones de euros anuales. La renovación de un contrato como el de limpieza es, sin duda, el más complejo, pero uno de los que más peleó el bipartito y, finalmente, tras la ruptura de la coalición de gobierno en Ourense es Jácome el que va a tratar, dice, en ese escaso margen de mandato que resta hasta las elecciones y con cuatro concejales, incluido él mismo, de encaminar esta onerosa y, por lo tanto, delicada concesión.

En la lista de servicios por renovar o poner en marcha, queda la instalación de cámaras de control de tráfico en las entradas del casco viejo, para garantizar su carácter peatonal. El pliego está en marcha y ronda el millón de euros, incluidas otras cámaras para rotondas y y radares para el casco urbano.

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