–¿Por qué esta nueva apuesta de Matarromera por una bodega de la DO Ribeiro en un año difícil para los inversores?

–Adquirir Sanclodio fue en parte un acto volitivo, la pasión de alguien que ama su profesión, por producir este vino. Pero hay razones históricas, pues entre las DO más antiguas están Jerez, Rioja y O Ribeiro. Este último, al igual que otros, tuvieron un éxito comercial y de exportación, que provocó cierta desviación de criterios, con la introducción de variedades foráneas. Eso hizo que perdiera la delantera. Desde hace unos 20 años, tras el éxito que tuvo Rías Baixas al apostar por una definición más concreta del Albariño, hubo un giro en O Ribeiro a lo tradicional, a lo que habían hecho desde el origen los monjes cistercienses que lo cultivaron. De hecho Cuerda bebió primero de la historia, y junto con otras 8 o 10 bodegas de la zona, apostaron por la nueva ola de vinos de máxima calidad, con variedades autóctonas, como la treixadura que es excelente, y si se la complementa con un poquito de loureiro, godello es el triunfo de la calidad. Así, aunque tenemos 10 bodegas en 6 DO españolas, Sanclodio tenía esos criterios de vinos de la tierra, de raíces, que nosotros defendemos.

–Pero antes de adquirir bodegas en O Ribeiro hizo su C.M, su primer vino de autor, digamos

–Así es, me picó la curiosidad de crear mi propio vino aquí, hice un CM (Carlos Moro), y saqué Viña Tenencia, con treixadura, un poco de godello un poco de albariño. Fue un éxito pero, como nosotros somos más de establecernos en los sitios, ya en 2019, antes de adquirir Sanclodio, compramos Casar de Vide en el pueblo de Vide, en Castrelo de Miño, donde estamos plenamente integrados con bodega y viñedo propios y en fase de ampliación y mejora.

–¿Habrá cambios en Bodegas Sanclodio?

–Al contrario; el equipo era magnífico y como mucho se ampliarán cosas, se introducirán criterios ya especializados en algunos aspectos como aprovechar nuestros canales de comercialización, redes o marketing para que el que el vino se internacionalice y, si es posible, ampliar producción aquí en y Casar de Vide, según consigamos nuevas viñas.

–¿El objetivo principal es la vuelta a esa esencia de la D.O. Ribeiro que se perdió en su día en nombre de una feroz comercialización?

–Totalmente. Los últimos 20 han sido muy bonitos de recuperación de las variedades autóctonas. La gente se da cuenta de que treixadura, con este componente ribeiro es quizá la que tiene más futuro.

–¿Afectan los cambios climáticos a su producción al igual que al resto de bodegas?

–Sí está afectando en la comparativa global de las bodegas que tenemos en todas DO y 16 enólogos que tenemos en nuestras bodegas de España, creen que ha caído entre un 20 y un 30% cuantitativamente la producción de uva pero, cualitativamente depende de cada tierra. Esperamos recoger unos 70.000 u 80.000 kilos de uva en Casar de Vide, y en Sanclodio esperamos una producción que estarán entre los 80.000 a 90.000 kilos de uva y en este caso el vino, según su distribuidor (que es Estrella Galicia ) ya está vendido. El trato individualizado casi de cada cepa, que se ha hecho a menudo a mano, atendiendo a las necesidades de cada una, ha supuesto un coste del que mejor no hablamos. Pero se han mitigado en parte los efectos, de esas condiciones climáticas adversas.

–¿Viajará ahora más lejos a través de canales comerciales?

–Esa es la idea. Trataremos de llevarlo a esas provincias o mercados internacionales donde nos sea posible.