La situación de los incendios ha mejorado en las últimas horas en Galicia y, especialmente, en la provincia de Ourense, a las puertas de las primeras lluvias que se espera para el inicio de septiembre, lo cual también aspira a mejora la situación del campo en plena plealerta por sequía y con los embalses en descenso.

Según ha informado en su último parte de la jornada la Consellería de Medio Rural, el incendio de Oímbra, que se encendió en la parroquia Bousés tras entrar por Portugal el pasado lunes, ha quedado extinguido a las 19.10 horas de este miércoles. La estimación realizada sitúa ahora las hectáreas calcinadas en 96,11, de las cuales 25,98 son arboladas y el resto (70,13) de monte raso. Para aplacar este fuego forestal, se han destinado doce agentes, 26 brigadas, 16 motobombas, cuatro palas, cuatro aviones y cuatro helicópteros.

Todavía activos, pero estables o controlados

Por otro lado, permanecen activos dos incendios de más de 20 hectáreas en la provincia de Ourense, pero o bien está estabilizado, en el caso del originado en la parroquia de A Pena, en Cenlle (Ourense); o controlado, el de Melón —en la parroquia de Quins—.

En el caso del fuego forestal de Cenlle quedó estabilizado a las 15.15 horas de este miércoles. Han sido movilizados tres técnicos, 26 agentes, 66 brigadas, 38 motobombas, tres palas, una unidad técnica de apoyo, ocho aviones y nueve helicópteros. Las estimaciones apuntan a que afectó a 62 hectáreas.

Por su parte, el incendio en Melón, que según las estimaciones provisionales quemó 75 hectáreas, permanece controlado desde algo antes de las 20.00 horas del martes 30 de agosto. Así, han sido movilizados 14 agentes, 24 brigadas, 17 brigadas, una pala, cuatro aviones y tres helicópteros.