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Residentes de Salto do Can denuncian la falta de agua y de servicios básicos

Un grupo de familias se reúne para “recordar” que forman parte de Ourense y dar visibilidad a su problemática | Ante la falta de servicios piden una solución al Concello de Ourense

Vecinos en el camino de la Rúa do Teixo. IÑAKI OSORIO

Un grupo de vecinos compuesto por cinco familias de la Rúa do Teixo, en las proximidades del barrio de Salto do Can, en el municipio de Ourense, se reunieron para denunciar la impasibilidad del Concello ante una serie de problemas crónicos que llevan afectando a su vida diaria desde hace años.

La sequía se hace notar cada vez más en toda la provincia y, este es el motivo principal que llevó a varios residentes a manifestar su situación para conseguir alguna solución ya que muchos tienen serias dificultades con el abastecimiento de agua.

Sin conexión al saneamiento

“Hoy nos movemos porque vemos que hay sitios que están limitados de agua y los están abasteciendo con coches bomba”, dice Rodrigo Cabada. El agua de la traída no llega a sus casas y no están conectados a una red de saneamiento. Aunque cuentan con minas y pozos de barrena antiguos, estos se encuentran en niveles mínimos de agua así que tratan de no agotar al máximo todos sus recursos.

Rodrigo y su familia tienen que desplazarse hasta otro domicilio familiar más abajo de su residencia, en la Avenida de Portugal, para ducharse o para rellenar sus suministros de agua.

Rodrigo y Fe tienen que desplazarse para conseguir agua. IÑAKI OSORIO

Problemas de accesibilidad

La solución más viable que proponen algunos vecinos como Rodrigo y Fe es crear una red de tuberías conectadas a un punto de la Avenida de Portugal, donde sí reciben agua de la traída. Para eso tendrían que atravesar el terreno que forma parte de la propiedad privada de otro residente y creen que este podría no dar permiso para realizar esta obra, aunque sea por el bien común.

El camino por el que transcurre la Rúa do Teixo, que conecta con la Rúa da Algária, está reconocido como camino de paso y no se encuentra acondicionado para que circulen los vehículos rodados. Esto lleva a que los camiones de recogida de residuos, ambulancias o repartidores a domicilio tengan serias dificultades para cruzarlo, porque no está asfaltado ni cuenta con iluminación.

“Esta vía no se modernizó nunca, aquí vivía gente mayor que no tenía coche, pero, hoy tenemos vehículos y entramos y salimos varias veces al día”, comentan los vecinos. También destacan que los niños tienen que cruzarlo para llegar al Colegio Manuel Luis Acuña y, en invierno, con la lluvia, el terreno se vuelve todavía más complicado.

Demandan los “servicios básicos y necesarios para vivir”

Los habitantes de este núcleo vecinal recuerdan que hace quince años hubo un proyecto para la creación de una zona residencial con parques y edificios en este lugar, “era una zona urbanizable que al final no fue adelante y todo se quedó en nada”, señalan.

Su reclamación consiste en “recordar” que forman parte de Ourense y pagan los impuestos correspondientes, sin embargo, no tienen los servicios municipales comunitarios que les corresponden. “Siempre se puede buscar una solución y hacer algo, porque estamos en una época de dialogo”, dice Rodrigo.

Sergio Pérez explicó que ya han efectuado varias peticiones al Concello, pero no recibieron una respuesta clara. “Aquí los vecinos tienen miedo de que cojan los derechos que tienen sobre sus terrenos y el Concello se escuda en eso”, expone.

Este grupo de vecinos destaca que el problema principal surge cuando intentan llegar a un acuerdo, y alegan que no están pidiendo nada exagerado, sino que demandan los “servicios básicos y necesarios para vivir”.

Obras en Rabo de Galo

En el mes de febrero de este año empezaron las obras de acondicionamiento de las calles Salto do Can y Carballo, en Rabo de Galo. El viernes pasado, el BNG de Ourense denunció que el plazo de ejecución de seis meses no se cumpliría según lo previsto.

Los vecinos continúan teniendo dificultades para acceder a sus viviendas, que pueden agravarse en el momento en el que lleguen las lluvias. “La zona puede volverse intransitable”, constataron desde el partido.

Ante esta situación, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome explicaba ayer que la empresa encargada de la obra desistió del contrato porque le saldría deficitaria a causa del incremento de costes. Por eso, el Concello debe esperar los tiempos necesarios de tramitación para asignar la reforma a una nueva empresa.

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