La Denominación de Origen de Valdeorras da el pistoletazo de salida a la vendimia, iniciando la campaña del 2022 hoy, oficialmente, con los trabajos de recogida de la uva en la bodega de Godeval, emplazada en O Barco de Valdeorras. La DO se convierte en la primera de las cuatro zonas con sello reconocido de la provincia de Ourense (O Ribeiro, Valdeorras, Monterrei y Ribeira Sacra).
“La de este año en la comarca es una de las vendimias más tempranas de los últimos años”, apunta José Luis García Pando, presidente del consejo regulador de la DO. Valdeorras, que adelanta que los trabajos se completarán en todo el territorio amparado “a lo largo de los dos siguientes meses aproximadamente”. Por el momento, hoy comienzan en la bodega de Godeval y mañana la vendimia tendrá lugar en Vilamartín de Valdeorras, con el turno para Valdesil.
El objetivo tanto de estas como del resto de bodegas está claro, “igualar o incluso superar los excelentes niveles de calidad obtenidos el año pasado, así como las cantidades de uva recogidas, que en 2021 se fijaron en 4,7 millones de kilos”, resume el presidente del consejo, señalando que “de nuevo, la variedad godello será la uva más abundante de nuestra denominación. Se ha convertido en el auténtico buque insignia del territorio amparado”.
Después de Valdeorras, comenzarán la vendimia en la DO de Monterrei, donde las estimaciones también apuntaban al mes de agosto, pero después de la reunión mantenida ayer con los técnicos del consejo han decidido fijar como fecha “más probable” la primera semana de septiembre. Se trata de una fecha similar a la del año pasado, aunque alejada de las recolectas históricas de Monterrei que, como recuerda la presidenta del consejo regulador, Lara da Silva, solían ser a mediados del mes de septiembre.
Las altas temperaturas tienen el lado negativo del estrés hídrico
En cuanto a la recogida, Da Silva destaca que “el estado fitosanitario de la uva es excelente” y que la previsión es de “cifras muy parecidas a las de los dos últimos años, sobre 6 millones de kilos, aunque una cifra exacta nunca se puede dar”. Para tener estos datos en Monterrei los técnicos llevan semanas haciendo “trabajo de campo para ver cómo están los temas del rendimiento y lo que nos trasladan es que el estado de la uva es bueno, lo que tiene sentido por el tiempo. Hubo unas temperaturas muy altas, que evitan enfermedades en la planta, aunque es cierto que tienen el lado negativo del estrés hídrico, que genera una falta de maduración, así que por pedir sería ideal un poco de lluvia bien llovida, un poco de agua que le diese fuerza a la planta para empezar a cortar y tener una materia prima aún mejor”, esgrime la presidenta del consejo de Monterrei, donde la “variedad de uva estrella” es la godello y la mencía.
Para mediados de septiembre prevén comenzar la vendimia tanto en la Ribeira Sacra como en O Ribeiro, dos denominaciones en las que advierten que será la fecha oficial, pero “eso no quiere decir que no haya bodegas que puedan solicitar antes vendimias puntuales, siempre que se haya verificado previamente que la uva cumple las condiciones necesarias”, explican.
En la DO de la Ribeira Sacra la vendimia se adelanta una semana con respecto al año pasado, pero a la hora de recoger las cifras no varían. “Tenemos las mismas previsiones que en un año normal, nosotros somos un 92% de vinos tintos –mencía– y un 8% de blancos –godello–, que sí que van a sufrir una disminución sobre un 30%, pero para las tintas va a ser un año completamente normal, por lo que en conjunto estimamos recoger en torno a 6 millones de kilos”, explica Jose Manuel Rodríguez, presidente del consejo regulador.
Rodríguez apunta, al igual que Lara da Silva, al estrés hídrico, aunque puntualiza que “afectó de un modo muy desigual dada la forma de la denominación. La mayoría son viñas viejas, por lo que las cepas son más resistente y no han sufrido como para que tenga una relevancia importante en la cosecha”.
“Esperamos un poco de agua”
Donde no hacen previsiones y siguen mirando al cielo es en la Denominación de Origen de O Ribeiro. El presidente del consejo, Juan Manuel Casares, asegura que lleva cinco años al frente y los cinco “sin dar cifras, porque esa es la forma de equivocarse”. En la vendimia del ejercicio pasado recolectaron 10 kilos y este año no se aventura a vaticinar lo mismo. “En estos momentos estamos expectantes a ver qué pasa con esta ola de calor para saber cuál es el reflejo que va a tener en las viñas y por tanto en la vendimia. En el año 2020 hubo una época de calor y lo que provocó fue que los racimos tuviesen muchos vagos pero pesase menos de lo que tienen que pesar, así que esperamos que llegue un poco de agua, eso es lo importante ahora”, zanja Casares.
