Ni tan siquiera una tregua, ante la llegada de las lluvias. El fuego intencionado en varios puntos del sur ourensano volvió a cebarse con la comarca de Monterrei y especialmente con los municipios de Oimbra, Riós y Castrelo do Val. Este último se originó durante la madrugada de ayer y fue estabilizado durante la tarde, quemando más de 175 hectáreas, según confirmaban las estimaciones de la Consellería de Medio Rural.

La capilla de Santa Ana, en Oímbra, destrozada. | // FDV

El de Riós, en la parroquia de Fumaces, permanecía estabilizado al cierre de este periódico después de quemar 103 hectáreas. Los fuegos que se iniciaron en el sur ourensano, afectando a la comarca de Monterrei, quemaron 340 hectáreas más entre todos ellos.

La Consellería de Medio Rural también dio por extinguido los incendios de Boborás, en Astureses, y el de O Irixo después de amenazar aldeas y quemar 120 y 680 hectáreas, respectivamente.

La santa que ardió en Oímbra

La capilla de Santa Ana, en el municipio de Oímbra, quedó completamente destruida, solamente quedó la infraestructura de piedra en pie tras el paso de las llamas. La iglesia románica, que presuntamente se construyó como agradecimiento a una persecución de los ejércitos portugueses, no sobrevivió al paso de las llamas y hasta la santa que había dentro ardió. La imagen del destrozo es devastadora, con las tejas destrozadas en el interior y exterior de la iglesia y sin nada que poder salvar del interior.

La regidora del municipio, Ana Villarino (PP), mostraba su pena y tristeza por el incendio forestal que arrasó más de 70 hectáreas y también por el valor histórico y patrimonial que desapareció con el paso del fuego. La regidora señaló que se reconstruirá por el “fervor” y la “devoción” que tiene Oímbra por Santa Ana. No solo la regidora sino también los conselleiros de Medio Rural y de Cultura de la Xunta de Galicia mostraron su compromiso con la rehabilitación de la iglesia. El mismo compromiso señalaba el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, para tratar de levantarla de nuevo.