“Este verano no está siendo fácil, puede ser el peor desde que estoy trabajando”, dice un brigadista ourensano que lleva más de 10 años trabajando en la prevención y extinción de los incendios. Es el reflejo de un mes y medio de actividad incendiaria que no cesa y todavía queda la mitad de agosto y septiembre.

El caudal del río Miño a su paso por Ourense, en mínimos. // IÑAKI OSORIO

Parece que lo peor de esta ola incendiaria de agosto ya ha pasado. Al menos así lo demuestran los dos incendios que ya están controlados en Carballeda de Valdeorras y Boborás, y el extinguido en San Xoán de Río -desde esta mañana de domingo con un saldo de 8,2 hectáreas, de las cuales 8 fueron de monte raso y las 0,2 restantes, de arbolado-, que calcinaron más de 660 hectáreas entre los tres, y también con la estabilización del de O Irixo, que quemó según las últimas estimaciones 680 hectáreas. Sin embargo, el que se originó en Chandrexa de Queixa y otro en Laza, y se unieron en el Macizo Central, sigue activo con 2.100 hectáreas arrasadas, aunque "evoluciona favorablemente" tras encontrarse "prácticamente perimetrado", según el último informe de la Consellería de Medio Rural.

El surgido ayer por la tarde en la parroquia de Pentes, en A Gudiña, ha sido controlado a las 9.17 h de hoy tras llevarse por delante 90 hectáreas.

El único fuego que actualmente se encuentra fuera de la provincia ourensana es el de Ribas de Sil, en Lugo, que permanece estabilizado tras afectar a 40 hectáreas.

Bienvenida al agua

Ourense no solo respira en un momento de asueto por la ola de incendios sino que también lo hace mirando las previsiones meteorológicas para los próximos días. La Agencia Gallega de Meteorología (Meteogalicia) pronostica que mañana lunes entrará en la comunidad un frente frío por el sur que puede dejar alguna precipitación por la comarca de Monterrei y de Valdeorras.

Además para el martes, la provincia de Ourense estará afectada por el paso de un frente frío que hará que los cielos estén parcialmente nublados con precipitaciones generalizadas, según el informe meteorológico de la agencia gallega. El lunes las opciones de chubascos son escasas un 40%, pero el martes se ampliarán al doble, hasta un 80% en toda la provincia con posibilidades de tormentas en algunas zonas de la geografía ourensana.

Para el miércoles, el frente frío seguirá activo manteniendo la bienvenida al agua y las precipitaciones se podrán sentir aunque el porcentaje de lluvia se reduce en un 30%, en comparación con el martes.

La previsión cae como ‘agua de agosto’ para aliviar la tierra ourensana de los días de calor incesante y también para moderar la seguía a la que está vinculada la provincia.

Alimento para los ríos secos

Todavía es pronto para determinar el volumen de agua que caerá los próximos días, pero lo cierto es que ese agua servirá para, en cierta medida, paliar el bajo caudal que llevan los ríos ourensanos y también para llenar un poco más los embalses de la provincia. Según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil todos los ríos ourensanos permanecen en mínimos históricos con un estado “bajo bajo” excepto el Miño que presenta un estado “normal”, pero en los índices más bajos de dicho estado.

Así pues tanto el río Limia, el río Arnoia, el río Sil a su paso por O Barco y sus afluentes permanecen en un estado mínimo que provoca situaciones de sequía en toda la provincia ourensana. En relación con los embalses ourensnos se encuentran al 49,28 % de su capacidad máxima, un 0,66 % menos que la semana anterior. Este volumen es un 0,45 % menor que la cantidad de agua embalsada hace un año, 49,73 %, y un 19,54 % menor que el llenado promedio histórico en estas fechas del año, 68,82 %.

Precisamente esa situación de escasez de recursos hídricos están Baltar o Ribadavia, que lleva dos días bombeando agua del Avia y del Miño hacia el depósito de Maquiáns, pero que resulta insuficiente. El Concello de Ribadavia explica que “la situación continúa a ser muy complicada por lo que seguimos apelando al consumo responsable y que cada litro que se deposita en la planta potabilizador lleva consigo mucho esfuerzo”.

Describen que el traslado del agua se hace con camiones cisterna y que se instaló un dispositivo de tubos para descargar desde la carretera para evitar colapsar la planta de camiones. “Con esto no entorpecemos las descargas entre ellos”, comentan desde el gobierno municipal. Y finalizan diciendo que “seguimos solicitando ayuda a las administraciones responsables para paliar esta situación de desabastecimiento que tenemos en el municipio”.

En el día de ayer, la alcaldesa, Noelia Rodríguez (PSOE), agradecía la labor de la Xunta después de varios días con problemas de sequía: “No quiero entrar en críticas políticas pero les pido más medios para transportar el agua, de nada nos vale los succionadores que nos envían. Estamos en un fin de semana con puente festiva, mucho turismo y no podemos dejar a la población y a los negocios sin agua”. Una situación que se complica cada día en Ribadavia, sin visos de solucionarse a la espera de las lluvias.