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Los posibles restos de disparo no bastan: libre otra vez de la causa por un tiroteo de 2008

El juez archiva el caso contra José Miguel M. C., que también fue sospechoso del crimen de sus padres | En la tentativa homicida a un brigadista, los indicios incriminatorios no son “totalmente concluyentes”

En julio de 2020, José Miguel M. C. fue detenido y se realizó un registro en sus propiedades. BRAIS LORENZO

Procede decretar nuevamente el sobreseimiento provisional y archivo de la causa, al no resultar totalmente concluyentes los indicios incriminatorios que motivaron la reapertura de la causa a tenor del contenido del informe del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil sobre los residuos de disparo encontrados en las prendas pertenecientes al investigado”.

Así fundamenta el magistrado de Instrucción 2 de Ourense, Luis Doval, la decisión de archivar las diligencias contra José Miguel M. C., por su presunta implicación en un tiroteo con emboscada sufrido por un brigadista forestal, cuando la víctima regresaba a su casa de noche, en septiembre de 2008, en Xunqueira de Ambía. Estos hechos ocurrieron siete meses antes del asesinato de los padres del sospechoso en Taboadela, un doble crimen del que José Miguel también fue el principal investigado, pero la causa se sobreseyó a su favor y así lleva desde 2013. Él siempre se ha declarado inocente.

El archivo del caso del brigadista fue solicitado por la Fiscalía. También lo había pedido la defensa, David López González. Había acusación particular personada, pero en el curso del procedimiento expresó que se adhería al ministerio público. El juez acuerda el sobreseimiento provisional en un auto de 2 de agosto. En este caso, el principal sospechoso también negaba su implicación.

José Miguel M. C., tras ser detenido en julio de 2020 por esta causa. BRAIS LORENZO

Se trata de una nueva resolución favorable para José Miguel M. C. tras ser absuelto, a principios de este año, del delito contra la salud pública por el que se sentó en el banquillo del Penal 2 de Ourense.

Después de ser detenido en julio de 2020 tras la reapertura de la causa del brigadista, hicieron un registro en sus propiedades. En un galpón de Amendo –la localidad de Taboadela donde sus padres fueron asesinados en abril de 2009–, los agentes localizaron 6,15 kilos de marihuana, valorada en 27.693,49 euros.

El encausado, de 49 años, alegó que la droga no era suya, sino de un brasileño que había sido expulsado de España en octubre de 2019. La magistrada del Penal 2 no acogió este argumento, que además no consideró “creíble”, pero lo absolvió, ya que el hallazgo del estupefaciente fue inesperado –los agentes buscaban un arma que pudiera conectar a José Miguel con la tentativa de asesinato–, no se encontraron otras evidencias de un tráfico de drogas –como anotaciones, envases o básculas–, no tenía droga alguna en su domicilio y, además, la cantidad era inferior a la que se admite como de acopio para un año de consumo propio.

La localidad de Amendo, Taboadela, donde en abril de 2009 ocurrió el doble crimen sin resolver. BRAIS LORENZO

En el asunto del brigadista, que ahora se sobresee una vez practicadas varias diligencias de investigación, José Miguel M. C. estuvo imputado hasta 2011. El procedimiento se reabrió en 2020, debido al hallazgo de posibles restos de disparo en un nuevo estudio del pasamontañas que se incautó en su coche, una prenda supuestamente utilizada en el ataque. El magistrado de Instrucción 2, Luis Doval, ordenó en noviembre de 2021 una ampliación de la prueba pericial, una diligencia a la que la Audiencia Provincial dio el visto bueno en fase de apelación.

La defensa no descartaba que otras fuentes, y no la ignición de un arma para ejecutar el tiroteo, hubieran depositado restos compatibles con los analizados. Además, el abogado entendía que no podía descartarse una contaminación de la prenda por el tiempo transcurrido desde la incautación, en 2008, y porque en ese primer momento de la investigación ya fue analizada en busca de ADN.

Además de estudiar el pasamontañas, el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Guardia Civil revisó los dispositivos electrónicos requisados en el momento de la detención, en julio de 2020. No se encontró nada que resulte relevante para la investigación.

“Al no resultar totalmente concluyentes los indicios incriminatorios que motivaron la reapertura de la causa”, concluye el juez, las diligencias de 2008 vuelven al cajón.

José Miguel M. C., en el juicio por tráfico de marihuana del que salió absuelto a principios de año. INAKI OSORIO

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