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Marisol Novoa nBenito Iglesias | Pte. de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias | Presidenta de la Confederación Empresarial de Ourense

La sangría de un Ourense sin PXOM: éxodo de población e industria y 4.000 empleos menos

Son los puestos que dejaron de crearse en estos 11 años, en proyectos termales, viviendas y centros comerciales fallidos | Aún en el mejor de los escenarios, no habría plan hasta 2024

Vista de un Ourense sin grúas de obras INAKI OSORIO

Ourense suma ya 11 años sin un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado, lo que ha impedido crear en torno a 4.000 puestos de trabajo, perdidos debido a los proyectos de hoteles termales, construcción de vivienda, centros comerciales e industrias fallidas, que se deslocalizaron e invirtieron en otros concellos gallegos o lusos, ante la inseguridad jurídica que implicaba Ourense.

Este largo impás urbanístico ha sido un freno económico y poblacional sin precedentes, debido al éxodo, en su mayoría de la población activa, que ha tenido que irse a trabajar a otros puntos de Galicia, del resto de España e incluso emigrar al extranjero.

Son datos del informe que acaba de elaborar la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias y cuyo significado se hace todavía más alarmante, indican, a la sombra de lo que acaba de ocurrir esta semana, la ruptura del bipartito PP-DO del Concello de Ourense, que deja de nuevo “a los pies de los caballos” el futuro urbanístico y económico municipal. De hecho, aun en el supuesto de que haya mayoría de gobierno en el Concello en el próximo mandato, una situación a día de hoy compleja por la polarización del voto, “si se siguen todos los pasos previstos, incluso la revisión del PXOM, su exposición al público, imprescindible para que no vuelvan a anularlo judicialmente, nos encontraríamos con que Ourense ya no va a tener un plan en vigor hasta el horizonte de 2024 o 2025” , afirma el presidente de Fegein y empresario, Benito Iglesias.

“La falta de un PXOM en vigor lamina y ahuyenta cualquier inversión, al no existir nuevo suelo comercial e industrial y deslocaliza inversiones y creación de empresas, en beneficio de otras provincias o ciudades, en este caso Vigo e incluso el norte de Portugal” explica el presidente de Fegein.

En un análisis detenido, el informe indica que “sin encaje jurídico urbanístico, con un AVE que después de décadas ya ha llegado y que deja a toda el área de A Ponte a los pies de la nada, se genera un colapso total que afecta a toda la ciudad”.

Añaden que, además, “sería un grave error retocar el plan del año 1986 y que está vigente, para agilizar proyectos, sin tener un nuevo PXOM aprobado en tiempo y forma, ya que ello solo generaría más inseguridad jurídica y seguramente la judicialización del mismo”.

En la provincia más envejecida de Galicia, la población activa con empleo que ha quedado, tiene ingresos medios por persona de 965€ euros mensuales. “Esto supone que más del 65% de las familias ourensanas empadronadas en la ciudad podrían acogerse por su ratio de ingresos a las viviendas de protección oficial de VPA. Y el formato adecuado para ello son las cooperativas de viviendas de VPA al igual que en el resto de España”, indica el empresario y presidente de los inmobiliarios gallegos.

El casco viejo, perjudicado

El parón que vuelve a suponer, a menos de un año vista de las elecciones, que las áreas fuertes como Economía, Urbanismo, Termalismo tengan que ser asumidas de nuevo por ediles del microgobierno, ya sobrecargados y sin tiempo para ponerse al día en asuntos nuevos para ellos, tiene otro perjudicado “el caduco Plan Especial de Reforma Interior (PERI), lo cual ha derivado ya en una degradación y pérdida del valor de nuestro patrimonio arquitectónico en el área del casco antiguo”, indica Benito Iglesias. Este entorno histórico tiene una extensión aproximada de 20 hectáreas, sus edificios cuentan con protección como Conjunto Histórico Artístico desde de 1975 y sin embargo “la habitabilidad, que era de un 8,8% de la población de la ciudad hace una década, ahora es solo de un 5,6%, pese a que el uso principal en el casco antiguo es residencial en un 95,23%”, lamenta Iglesias. Por eso apunta que, desde su criterio, como presidente de los inmobiliarios gallegos “urge la elaboración de una nueva cartografía, ya que sin ella el desarrollo de un PERI sería inviable, aún pendientes de los informes sectoriales”. Los datos de Fegein no son baladíes, pues explican en su informe los daños del parón urbanístico, que en el casco antiguo se sitúan más de 2.500 viviendas, que pueden ser objeto de rehabilitación, al concentrar el 25% de los edificios que están actualmente en el circuito de comercialización. Por eso consideran que es vital para recuperar este casco histórico, que cuenta todavía con áreas muy degradadas, “incluir seguridad jurídica total, para dar solidez al derribo de las edificaciones ruinosas y la limpieza de solares” y hacer así un plan “ambicioso” que frene la degradación.

Benito Iglesias MARTA G. BREA

“Un plan de urbanismo supone el 50% del devenir económico y social de una ciudad”

Para Benito Iglesias, el informe realizado por la Fegein demuestra la importancia que tiene un plan urbanístico, y cómo su carencia puede frenar el devenir de una ciudad, en este caso. “Un Plan Xeral supone en más de un 50% la viabilidad económica, social y demográfica de una ciudad. Un PXOM no solo se refiere a construir en vertical u horizontal, ni a la edificabilidad”, explica. “Un plan urbanístico son servicios, infraestructuras, suelo comercial e industrial, ordenación del urbanismo y seguridad jurídica urbanística, crecimiento ordenado y recuperación del patrimonio arquitectónico, creación de actividades económicas y creación de empleo estable y de calidad. En definitiva, un PXOM es futuro, sin paliativo”.

Marisol Nóvoa presidenta de la CEO INAKI OSORIO

“Para ver cumplidos los proyectos, tiene que haber un gobierno local estable”

“La estabilidad de los gobiernos, en los que se incluye el gobierno municipal, genera expectativas empresariales y, consecuentemente, creación de empleo. Esta inestabilidad municipal ocasiona un gran daño a la ciudad, a su imagen de cara al exterior y a los proyectos que podría atraer, afectando negativamente al desarrollo económico de la ciudad”, indica Marisol Nóvoa, tras la ruptura del gobierno local.  “Cualquier ciudad que quiera ver cumplidos sus proyectos necesita tener estabilidad municipal y Ourense lo necesita más que nunca, porque hay mucho en juego. Seguimos sin un PXOM de este siglo y con unos presupuestos de hace dos años, lo que puede empeorar la situación aún más”, añade. 

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