Historias de vida bajo los escombros de viejas casas

Avelino Prado encontró cuadros, muebles, documentos y fotografías durante varias demoliciones en Ourense

Avelino Prado y varios documentos que encontró en edificios en demolición.

Avelino Prado y varios documentos que encontró en edificios en demolición. / F. CASANOVA

L. F.

Ourense

No hay pueblo o calle de una ciudad que no tenga inmuebles en ruinas o que están cerrados toda una vida. Muchos terminan siendo objeto de trabajos de demolición para construir un nuevo edificio o para limpiar el solar. De eso sabe mucho el concejal de Obras de Boborás, Avelino Prado, que durante 25 años se dedicó a estas labores.

Recuerda que cuando él empezó no había en Ourense empresas que se dedicaran al sector, así que no hay calle en la que no hubiera intervenido. Halló mucho material, alguno con valor económico y otro con valor sentimental. Aún guarda algunas de estas pruebas del pasado

Las excavaciones no son las únicas que dejan al descubierto material que evidencia la historia de una sociedad, de una cultura, de un lugar o de una persona. También las demoliciones de edificaciones abandonadas dejan a veces a la vista objetos o documentación que nos cuentan algo.

De ello sabe mucho Avelino Prado, actual concejal de Obras en el Concello de Boborás, que durante 25 años se dedicó a este tipo de trabajos en la provincia de Ourense, en los que se encontró con cuadros, muebles y otros artículos, de los que vendió algunos.

En una de esas demoliciones, hace años descubrió un álbum de fotos, un poder notarial y otros documentos que tienen como protagonistas a un famoso notario de la ciudad ourensana y a un comandante que supuestamente intervino en un operativo de detención de los maquis en Xinzo en el año 1948.

Fotos del álbum.   | // F. CASANOVA

Fotos del álbum. / F. CASANOVA

¿Qué pudo pasar para que alguien cerrara la puerta de una vivienda abandonando documentos y fotografías de su persona, familiares y amigos? Estas huellas del pasado aparecieron entre los escombros de una demolición en una de las céntricas calles de la ciudad de Ourense hace algunos años. Pertenecían a un comandante de la Guardia Civil de la Comandancia de Burgos, que en el año 1943 realizó ante notario un poder general a nombre de su consorte. Entonces, el militar se encontraba en tierras ourensanas, en las que quizás falleció.

Investigación

Podría ser el mismo que dirigió la operación de los sucesos acontecidos en Pazos, Sarreaus, en 1948, con la detención de un supuesto enlace de los maquis en A Limia. Así lo relata en su blog Edelmiro Martínez Cerredelo, escritor e historiador limiano.

Describe que “a versión da Garda Civil difire da dos veciños”. El citado teniente coronel mandaba un operativo en el que resultaron heridos algunos vecinos y fallecieron dos bandoleros. De uno de ellos los vecinos aseguraban que no tenía vinculación con los guerrilleros.

En su trabajo Martínez recoge además que “as testemuñas orais indican que o tenente coronel que dirixía a operación, polas consecuencias da mesma e a brutalidade empregada, acabou póndose tolo, sendo ingresado nun psiquiátrico (dato sen confirmar pola miña investigación. Do meu libro: Historia e Memoria. A Limia: 1931-1953)”.

Entre los documentos encontrados por Prado aparece un poder notarial que este supuesto comandante realizó para su consorte, a cargo de un profesional nacido en Lugo que además fue senador por la provincia de Ourense a principios de la década de los años veinte.

El hallazgo de estos documentos y fotos no tienen valor monetario alguno para su venta, pero el concejal no los tiró porque dice que seguramente tendrán algún valor sentimental para quienes sean los descendientes de este militar y a él le haría ilusión dar con ellos.

Un grupo de amigos.   | // F. CASANOVA

Un grupo de amigos. / F. CASANOVA

Un sable de bronce

Prado encontró más de veinte fotografías, entre ellas algunas del teniente coronel con otras personas, así como varias postales. Todo el material estaba en un inmueble de una calle céntrica pero no recuerda en cuál, ya que hizo obras en muchas.

En una ocasión los arqueólogos encontraron en una de sus obras en la zona del jardín del Posío la “entrada da Eira”, y en otro lugar rescató un sable de bronce que dice que entregó a la Guardia Civil de O Carballiño.

Siempre en edificios en ruinas en los que sus dueños no conseguían entrar, y en los que había que buscar la forma de acceder, apuntalando para reforzar la seguridad.

Vendió algunos objetos

Se trata de un trabajo arriesgado y con sorpresas. De todos sus hallazgos en tantos años de ocupación, Avelino Prado recuerda que “yo vendí cosas que tenían valor, cuadros, muebles, camas antiguas, mientras que también regalé otros”.

El concejal de Boborás asegura que, durante su etapa profesional, llevó a cabo demoliciones en Vigo, Lugo y en Ourense.

“Creo que no hay una calle en la que no tirara un edificio”, afirma. Destaca que cuando él empezó no había empresas que se dedicaran a trabajos de demolición.

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