La jueza señala una vista para concretar la imputación al presunto homicida de Nerea

Un informe de la Sección de Análisis de Conducta de la Policía se decanta por la implicación del novio, Julio G. S., en la muerte violenta de la joven

El investigado, en una reconstrucción tras ser detenido.

El investigado, en una reconstrucción tras ser detenido. / POLICÍA

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Ourense

“Incoado el procedimiento por delito cuyo enjuiciamiento venga atribuido al tribunal del jurado, el juez de instrucción lo pondrá inmediatamente en conocimiento de los imputados. Con objeto de concretar la imputación, los convocará a una comparecencia, así como al Ministerio Fiscal y demás partes personadas”.

Este trámite que viene recogido en el artículo 25 de la Ley del Jurado será el siguiente paso ante la justicia de Julio G. S., investigado por su supuesta implicación en la muerte violenta, en enero de 2020, de la joven ourensana Nerea Añel, que era su pareja. El presunto homicida ha sido citado a una comparecencia, que tendrá lugar el 13 de septiembre, en la que se le dará traslado de los hechos y de la calificación jurídica previa a la fase de la acusación.

La acusación particular pedirá que el investigado sea juzgado por el crimen. La familia de la víctima cree que la joven sufría violencia machista, con el homicidio como resultado fatal. La defensa sostiene hasta el momento que Julio no ha tenido implicación en la muerte de Nerea. En esa vista también deberá ir clarificando su postura la Fiscalía, en el sentido de si aprecia un delito de homicidio doloso o no descarta una imprudencia.

La jueza y agentes cerca del lugar donde fue localizado el cadáver de la víctima.

La jueza y agentes cerca del lugar donde fue localizado el cadáver de la víctima. / INAKI OSORIO

En esta causa, la magistrada contra la violencia machista en Ourense, Eva Armesto, llegó a enumerar diez indicios contra Julio G. S. como presunto autor de malos tratos previos –un testigo manifestó que vio cómo en una ocasión él le propinaba un cabezazo a ella– y de la muerte violenta de su novia, víctima con 26 años de un supuesto crimen que tardó en descubrirse 8 meses, desde su desaparición en enero de 2020 –la muerte se data en el día 15–, hasta el hallazgo del cuerpo, en septiembre.

Recientemente, la Sección de Análisis de Conducta (SAC) de la Policía, que cuenta con especialistas en descifrar el comportamiento criminal, ha aportado un informe al juzgado en el que examina los elementos que obran en la causa y la coartada ofrecida por el investigado, que niega su implicación en la muerte.

Esta unidad, que estuvo presente en la reconstrucción realizada en el entorno del motel de Barbadás en el que estuvo la pareja antes de la desaparición de Nerea, analiza las circunstancias y se inclina por la presunta participación del varón en la muerte de la chica.

Julio G. S., en junio de 2021, llegando al juzgado en calidad de detenido.

Julio G. S., en junio de 2021, llegando al juzgado en calidad de detenido. / INAKI OSORIO

Julio G. S. estuvo en una primera reconstrucción después de ser detenido, también consta su declaración todavía en calidad de testigo, cuando se estaba buscando a la joven y, finalmente, el investigado ofreció su versión en el juzgado a finales del pasado mes de junio.

Fue la última persona en ser vista con Nerea Añel

Julio G. S., que cumple condena de prisión por otras causas –cuenta con múltiples antecedentes, sobre todo por robos ligados a la drogadicción–, mantiene su inocencia. Pese a que fue la última persona en ser vista con Nerea Añel, y a que un testimonio sitúa al investigado y a la víctima adentrándose por un camino que parte de los accesos a un motel de Barbadás, él asegura que ambos se marcharon a pie por la carretera y que, momentos después, se separaron porque, según su versión, la joven decidió regresar para asumir ella sola la responsabilidad –“ya me lo como yo” son las palabras que él puso en su boca–, por un supuesto robo de una cartera a un taxista cometido con anterioridad por los dos, y supuestamente denunciado por el motel de Barbadás donde habían estado ambos.

Policías y la comisión judicial, durante la reconstrucción en el entorno del motel donde estuvo la pareja antes de la desaparición de Nerea.

Policías y la comisión judicial, durante la reconstrucción en el entorno del motel donde estuvo la pareja antes de la desaparición de Nerea. / FERNANDO CASANOVA

La postura del varón es que vio pasar un coche de la Guardia Civil en dirección hacia donde se había ido la joven, se agazapó en la cuneta para no ser visto y, minutos después, el vehículo oficial regresó en el sentido opuesto, por lo que creyó que la joven había sido detenida.

El presunto homicida niega, por lo tanto, haber estado en el lugar donde apareció el cadáver. Declaró que no solo no fue con Nerea por ese camino, sino que nunca transitó por ese sendero y ni siquiera lo conocía. Cuando le dé traslado de la imputación se conocerá qué credibilidad otorga la jueza Armesto a su versión.

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