“Cargos sindicales de la CIG han ocupado temporalmente dependencias del Obispado de Ourense, y han desplegado en el balcón del palacio episcopal una pancarta con el lema “Obispado non mires para outro lado”, para que esta institución religiosa ponga freno a los supuestos casos de acoso laboral y despidos, que se han llevado a cabo en el asilo de O Carballiño, y que afirman se han producido desde el cambio de gerencia.

Este asilo fue regentado durante más de un siglo por congregaciones religiosas de monjas, pero depende realidad de Fundación Hermanos Prieto, pues los fondos proceden de una importante donación que incluye propiedades inmobiliarias en Madrid, que realizó hace 120 años una acaudalada familia del municipio. Desde entonces se garantiza tanto el ingreso con personas con recursos, como aquellos mayores a los que se le subvenciona la estancia y los cuidados.

No hay responsabilidad directa alguna por parte del Obispado en los resultados de la gestión, pero el obispo es en concreto el presidente del patronato, del que es miembro entre otros el alcalde de O Carballiño.

De ahí que, tras decenas de movilizaciones en la calle realizadas por los trabajadores, con apoyo de algunos representantes de grupos políticos y de la CIG, ayer hayan decidido realizar esa “ocupación” simbólica de Obispado, indica el secretario comarcal de la CIG Anxo Pérez Carballo, para alertar de una situación “que tiene a varias trabajadoras de baja; yo mismo he sido testigo de varios ataques de ansiedad de fuertísimos durante las movilizaciones de algunas trabajadoras, por la situación se está viviendo” indica.

Creen que se trata de un choque entre el anterior modelo y el que quiere implantar la nueva gerencia “en el que parece que molestan las trabajadoras que estaban muy unidas a la fundación” indican Pérez Carballo.

Se requirió la presencia de la Policía Nacional para desalojar a los representantes sindicales, aunque abandonaron el Obispado de forma pacífica, no sin antes ser recibidos por el Vicario General de la institución, Joaquín Borrajo.

Este último les explicó que no se encontraba en ese momento el obispo, Leonardo Lemos para poder recibirlos.

Los representantes de los trabajadores señalaron que le dan un plazo de 48 horas para ser recibido por el prelado y transmitirles su precaución por esta situación o, caso contrario, iniciarán nuevas medidas de protesta” Añaden que “acusamos a la dirección de menosprecios coacciones a las empleadas, y le reclamamos que cese en esta práctica y que no amenace, ni coaccione, a quienes defienden sus derechos”.

“Hubo 2 despidos por mala ‘praxis’; solo protestan 10 de 69 trabajadores”, dice la gerente

Nuria Iglesias, gerente de Fundación Hermanos Prieto, quien asumió hace dos años esa labor cuando se marchó la orden religiosa que llevaba el asilo, afirma que “nuestra prioridad es dar es el mejor cuidado posible a los 109 mayores que tenemos ingresados. Los dos despidos fueron por mala praxis de esas trabajadoras. No vamos a opinar porque denunciaron en el juzgado, y es el que debe decidir”, indica. La gerente afirma que “sentimos muchísimo este conflicto que se está generando, cuando el objetivo de todos, debe de ser cuidado especial a los mayores, en todos los aspectos. Se da una imagen de conflicto total, pero los trabajadores que protestan son 10 o 11 de una plantilla de 69, el resto han asumido el cambio de modelo en la forma de tratar a los mayores, que es por otro lado el que marca la nueva normativa de la Xunta”, indica Nuria Iglesias. Reconoce que no es fácil hacer frente a críticas tan duras, “cuando obras conforme a tú conciencia, trabajando como una más, pero es que tal vez para algunas personas, y no tiene que ver con su edad, las hay mayores que ellas, ha sido difícil un cambio de modelo en la atención a los mayores, que viene marcada por esa nueva normativa que puso en marcha la Xunta de Galicia tras la pandemia y que debe de garantizar un trato integral y excelente a esos mayores”. Con respecto al acoso laboral “no consta ninguna situación de acoso laboral, , sanitario o judicial. Son acusaciones fuertes, hechas a la ligera”.