El tejido empresarial ourensano sigue muy de cerca la evolución del campus de Ourense, y su crecimiento y especialización no le son ajenos. De hecho, titulaciones como Ingeniería Agraria o Ciencia y Tecnología de los Alimentos que se imparten en As Lagoas están entre las más demandadas por las firmas instaladas en el polígono de San Cibrao das Viñas, que es el parque industrial más grande la provincia.
La oferta académica, con la incorporación en septiembre de dos nuevos grados en Inteligencia Artificial y Relaciones Internacionales, alcanza ya el millar de matrículas de nuevo acceso, y las opciones se verán reforzadas en el curso 2023-2024 con la aplicación de la mención dual en los grados de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Turismo, ambos en la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo.
Esta novedad, cuyas memorias se encuentran actualmente en fase de tramitación interna en la UVigo para su posterior traslado a la Xunta, agrada al empresariado de San Cibrao que ya ha visto como el programa similar que puso en marcha la Formación Profesional hace años “ha demostrado buenos resultados desde su implantación”.
Así lo refleja la asociación del polígono en un documento elaborado en el marco del Foro Liceo en el que propone estrechar la relación con la universidad. La formación, afirman, “es un pilar fundamental en el desarrollo económico y social de cualquier territorio”, por lo que consideran “indispensable” que esta relación pase del plano “anecdótico” y se generalice.
El presidente de la asociación, José Antonio Rodríguez Araújo, sostiene que la comunicación debe ser fluida entre las institución académica y el tejido empresarial. “Nosotros, como asociación, estamos determinados a ejercer un papel dinamizador, pero también cabe esperar, por parte de la Universidad, una mayor inmersión en la realidad empresarial y una mayor simplificación en los procesos para firmar convenios de colaboración”, apunta.
Una de las propuestas que recoge el documento del Foro Liceo tiene que ver precisamente con armonizar la formación y la demanda del tejido productivo. Las empresas, señala Rodríguez Araújo, “no resolverán de forma duradera y a corto plazo los problemas derivados de la escasez de determinados profesionales hasta que no haya un proyecto global y bien engranado entre lo que ellas necesitan y la formación que reciben los alumnos, tanto en la Universidad como en la Formación Profesional”.
No basta, añade, “con la mera realización de prácticas como requisito para la obtención del título, sino que es necesario un conocimiento amplio de la empresa por parte de los estudiantes, más horas prácticas y una mayor adaptación del contenido curricular a la actividad empresarial”. Asegura que esto no solo mejorará la formación integral del alumnado, sino también su empleabilidad.
En esta línea, los empresarios sostienen que la dualidad, tanto en FP como universitaria, “debería ser el camino correcto hacia la adecuada capacitación del estudiante”. La asociación señala que la demanda de profesionales de grados universitarios para puestos de responsabilidad y trabajo administrativo, así como de ciclos medios y superiores de FP para ocupaciones más ligadas a la producción “está patente en todos los sectores”, desde el agroalimentario a la automoción, siendo Ingeniería Agraria, Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Ingeniería Industrial y los másteres en Robótica o Mecatrónica, los más solicitados.
A esto se une el notable crecimiento del empleo tecnológico en los ámbitos de la programación y la consultoría en la provincia: de 132 afiliados en esta actividad hace diez años a 765, según recoge el estudio del campus de Ourense realizado por el Foro Liceo.
Aumento de horas prácticas
La mención dual que ya se prevé para los grados de ADE y Turismo es el “primer paso”, señalan los empresarios de San Cibrao, para lograr esa adaptación formativa que demandan. Esta modalidad educativa, voluntaria para el alumno, sustituye en cuarto curso las horas de materias optativas por formación específica con contrato laboral en empresas y un Trabajo Fin de Grado codirigido por ambas partes.
Esta posibilidad, que los empresarios ven extensible al resto de la oferta académica, “supondría un importante aumento en el número de horas prácticas, lo que revertiría en una mayor adaptación del contenido curricular a la actividad propia de la empresa”, señalan.
La asociación está convencida de que “todas las titulaciones de grado universitario pueden tener aplicación real y palpable en el tejido empresarial de la provincia”, pero para ello, concluyen, “es fundamental el intercambio mutuo de información universidad-empresa, una comunicación fluida que nos proporcione una perspectiva más amplia que permita mayor fluidez del conocimiento adquirido por el alumno, para que este pueda ser aplicado a la empresa en un plazo de tiempo lo más corto posible”.
