Después de llevar a cabo las diligencias de investigación, la jueza de Bande, Caterina González, no aprecia delito alguno y exculpa a un médico y a un psicólogo del centro psicotécnico As Conchas, ubicado en el municipio de Lobeira. Ambos quedan libres de sospecha y salen con el prestigio profesional intacto de una causa que se da por sobreseída, con el visto bueno de la Fiscalía de Ourense a favor del archivo, ante la “falta de indicios suficientes”, y sin que ninguna parte hubiera planteado recurso instando lo contrario.

Los dos profesionales se vieron inmersos en una investigación penal, ahora cerrada, tras un atestado del Grupo de Investigación y Análisis del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense (GIAT), en colaboración con la Jefatura Provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT).

La autoridad judicial: “De lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa, por lo que procede decretar el sobreseimiento provisional de las actuaciones”

El auto de archivo de la causa, dictado por la jueza González el 18 de mayo de 2022, es firme y entierra el procedimiento, en el que se averiguaba un presunto delito de falsedad documental en la expedición de certificados para la obtención del permiso de conducir o la licencia de armas. Además del médico y psicólogo del centro psicotécnico de Lobeira, Tráfico sospechó de una tercera persona que colaboraba con la consulta.

“De lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa, por lo que procede decretar el sobreseimiento provisional de las actuaciones”, expone en el auto la responsable del partido judicial de Bande.

Los afectados sufrieron daños a nivel de imagen y prestigio profesional, así como pérdidas económicas, lamentan, cuando trascendió la apertura de la investigación, el pasado mes de febrero. Solo cinco meses después, un tiempo breve para lo que acostumbran a ser los tiempos de la justicia, la causa se zanja sin que se hayan detectado elementos en su contra.

La instrucción judicial ha concluido que no existen pruebas o una justificación legal suficiente con respecto a los hechos denunciados en su momento por la Guardia Civil.

Por tanto, queda descartada, por incierta y carente de una mínima prueba, esa supuesta falsificación o presuntas irregularidades en la expedición de certificados médicos para la obtención o renovación de permisos de conducir o licencias de armas por parte del centro de Lobeira.