El Campo da Saleta recuperó este domingo el olor intenso al Pan de Cea. Tras dos años de pandemia, los 13 hornos tradicionales amparados por el sello del Indicación Xeográfica Protexida volvieron a trabajar sin descanso para dar vida a la fiesta de exaltación de su producto, un pan con arte e historia que ha traspasado las fronteras de Galicia. En 2021, generó un valor económico superior a los 1,1 millones de euros y una producción certificada de más de 400 toneladas.
Son los datos que aportó el conselleiro de Medio Rural, José González, que participó en la 29 edición de esta fiesta en la que se pusieron a la venta dos mil piezas y a la que asistieron otras autoridades políticas y cargos públicos, como el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices.
Ejerció como pregonero José Manuel Vázquez, jefe de servicio de Cardiología en el CHUAC y natural de San Cristovo de Cea, que fue presentado por la también cardióloga e hija predilecta de este concello, María Crespo. Ambos expusieron recuerdos de su infancia en Cea y su relación con el pan, siempre presente, y su proceso de elaboración. “El pan de Cea es arte, un verdadero manjar”, apuntó Crespo Leiro. El jefe de Cardiología, nacido en Oseira, señaló que, salvo por indicación médica, “debemos comer pan todos los días”, destacando que solo engorda “si comemos de más”, algo difícil de controlar “si es pan de Cea, eso lo sé bien”, bromeó.
Puso en valor la singularidad de un producto “que solo tenemos aquí y forma parte del acervo cultural de Cea”, y aplaudió el hecho de que cuente desde 2005 con el sello IXP que garantiza su origen: “Esta es una prueba más de su calidad”, dijo.
Por su parte, el alcalde José Luis Valladares, lo definió como “el mejor pan del mundo”.
Tras la comida popular que reunió a unas 400 personas continuó la fiesta con ambientación musical, degustación gratuita de pan con chorizo y orquesta.
