La fiscal mantuvo la acusación tras la práctica de las pruebas, ayer, en el juicio celebrado en el Penal 1 de Ourense contra un hombre acusado de un delito contra la intimidad.

El ministerio público solicita una condena de 1 año de prisión más una multa de 2.940 euros para el encausado, quien presuntamente aprovechó su trabajo como ascensorista en un edificio para, desde su campo de visión, grabar con el teléfono móvil a una mujer que se estaba cambiando en su domicilio. Él lo niega.

Los hechos ocurrieron el 14 de octubre de 2020, sobre las 14.57 horas. El encausado, empleado de una empresa de ascensores, estaba trabajando en una parte del edificio desde el que se divisaba a la víctima, que se encontraba en una de las habitaciones de su domicilio, ubicado en el séptimo piso del inmueble.

Aprovechando que tenía visión de cómo se cambiaba, el encausado, lejos de respetar la intimidad de la mujer, presuntamente sacó su teléfono móvil y realizó un vídeo.