Aunque la vida social se recupera y la mascarilla no tiene un uso obligatorio en la mayoría de espacios, el COVID sigue ahí, dando sustos. El área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras registró un aumento de ingresos hospitalarios, contabilizando 14 hospitalizados, en tan solo tres días. Una cifra significativa que supone un 20% más que el pasado viernes cuando se había 53 pacientes ingresados en todo el área sanitaria, por los 67 que están actualmente en las diferentes plantas de los hospitales recibiendo una atención directa.

Del total de los pacientes hospitalizados, 59 se encuentran en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, tres de ellos en el comarcal de Valdeorras y 5 de ellos lo hacen en el hospital de Verín. Además, una persona continúa en cuidados intensivos en el hospital ourensano.

La cifra de pacientes activos desciende, según los datos oficiales, de los 1.550 a los 1.400, pero los datos reflejan una cifra irreal de contagiados ya que muchos de los pacientes, autodiagnosticados con test de antígenos, no se dan de alta en el registro habilitado por el Servicio Gallego de Salud para comunicar resultados positivos. Uno de los pacientes contagiados dice que “me notaba cansado y con tos residual, me hice un test el pasado sábado, pero no me di de alta, porque ahora es como si fuera una gripe. Paracetamol y ya”. Y añade que “según me comentaron desde el trabajo, el protocolo dice que tienes que ir a trabajar igual, así que para me voy a dar de alta en el registro es una pérdida de tiempo”. Es uno de los ejemplos, pero existen más casos positivos después de la celebración en las últimas semanas de los eventos multitudinarios que se están dando en Galicia, con la reactivación de los festivales, las fiestas y las tradiciones populares.

Otro de los afectados dice que “yo tuve fiebre los primeros días y me encontraba mal, pero avisé en el trabajo y teletrabajo, así ya no tuve que pedir baja para nada ni avisé a la médica de cabecera ni nada”. Sobre si sabía la existencia del registro dice que “pues no la verdad, no sabía que había un registro de esos electrónico para darte de alta. Me contagié dos veces, la primera llamé al centro de salud para que me diera la baja, pero ahora ya ni hice eso, porque pude teletrabajar y ya no me hizo falta”.

Estos son dos ejemplos, de un número indefinido de personas que son positivas, pero que el sistema no las detecta por los síntomas leves que tienen gracias a la vacunación, por el desconocimiento del registro o por la capacidad de autodiagnóstico rápido que hay presente en el mercado.