El Camino está en auge y no es para menos. El doble Año Xacobeo llama a completar una experiencia que se define como única. Desde diferentes partes del mundo hasta llegar a la Plaza del Obradoiro.
Precisamente, de diferentes partes del planeta llegaron a Ourense un grupo de seis pergrinos que se encontraron en el Camino y lo completaron juntos.
Un francés, una coreana, una alemana, una taiwanesa, una polaca y un esloveno descansaron en el albergue ourensano para completar el tramo final del peregrino hasta Santiago.
El francés arrancó de Normandía en mayo y señalaba que “es una gran experiencia”.
La coreana salió desde Granada, también en mayo, y ya lo hizo siete veces, dos de ellas por la Vía de la Plata, diciendo que “lo volvería a hacer una vez más”.
La taiwanesa era su primera vez en Ourense y comentaba que “el Camino en Taiwán es muy famoso, sobre todo por la gente que le gusta caminar por las montañas”.
La polaca chapurreaba el español y lo inició en Valencia: “Mi experiencia es que hace mucho calor”. Decía entre risas, mientras añadía que “en Galicia se está mejor que en Castilla La Mancha”.
El esloveno realizó el Camino cuatro veces y dice que “soy de Liubliana, la capital del país, y me encanta España”.
Y la alemana salió de Sevilla hace 34 días y mientras comentaba que también realizó el camino siete veces. Además, ponía un poco de humor a la experiencia comentando que “solo tengo algunos dolores de espalda, pero soy adicta el Camino”.
Sobre cuando fue la primera vez que escuchó hablar de él dice que “fue en un documental en los 90” y alegaba que el principal problema fue “el calor”.
El grupo heterogéneo ejemplifica y visibiliza el Camino más internacional, el que arranca desde la otra punta del planeta, para recorrer de sur a norte o de este a oeste la península, sin importar el calor ni el dolor de espalda. La experiencia “única” que relatan también se arraiga en Europa, haciendo que el Camino sea un idioma universal, internacional y que cruza fronteras.
