El incendio forestal que más superficie ha calcinado en Galicia en lo que va de año es la suma de dos en el mismo municipio, en Larouco. El primero se originó a causa de un rayo a las 20.59 horas del miércoles, y ayer se reactivó debido al viento y a una nueva jornada de calor de agosto en pleno junio, pocas horas después de que Medio Rural lo diera por estabilizado a las 8.20 de la mañana. Las llamas han quemado al menos 120 hectáreas en Seadur.

El segundo fuego importante comenzó a las 7.26 en la parroquia de Freixido, en el mismo concello de la comarca valdeorrasa, avanzó favorecido por las condiciones meteorológicas, hasta calcinar al menos 100 hectáreas de monte.

Ambos seguían activos a las 21 horas de ayer y este último, con el viento cambiante, parecía el más complicado. Hubo que retirar los medios aéreos de la zona, ante el riesgo de rayos.

Un helicóptero, en labores de extinción. FERNANDO CASANOVA

En Seadur, las llamas se aproximaron al pueblo. Hasta media tarde del jueves habían participado en el operativo de extinción un técnico, nueve agentes, veinte brigadas, diecisiete motobombas, una pala, cuatro helicópteros, dos aviones y una unidad técnica de apoyo.

Llamas en Seadur, en Larouco. FERNANDO CASANOVA

“Estaba todo oscurísimo, parecía que iba a caer la mundial pero al final solo hubo rayos y un viento muy fuerte, además de calor. Fue un deja vù, como el que hubo en la misma zona en julio de 2017”, decía la alcaldesa, Patricia Lamela, sobre las condiciones meteorológicas de la tarde del miércoles.

En la comarca se superaron los 37 grados este jueves, con una máxima de 34,5 en Larouco.

Tormentas secas, caracterizadas por fuertes vientos y ausencia de lluvias –o muy escasas–, dejaron en la provincia 53 incidencias anteayer, entre las 135 que se registraron en el conjunto de la comunidad, según la información del 112.

En el núcleo urbano de O Barco de Valdeorras se registró una de las más peligrosas: un posible “reventón” –vendaval, escasa visibilidad y ausencia de precipitaciones– levantó varias placas de uralita, que fueron a parar a las puertas de un supermercado, en la calle Rosalía de Castro.

Por fortuna no hubo heridos, porque en ese momento no pasaba nadie. Tampoco se vieron afectados vehículos estacionados.

Varias chapas de uralita terminaron a las puertas de un súper en O Barco; por fortuna, sin heridos. F. CASANOVA

El vendaval arrancó y dobló la uralita como si fuera papel. GES VALDEORRAS

“Un milagro” sin heridos

Fuentes del GES de Valdeorras explicaron que una tormenta seca, “que duró muy poco tiempo, pero que originó un vendaval”, provocó varias incidencias, entre las que sobresale el desprendimiento de las chapas de uralita de ese edificio.

“En cuestión de segundos, en un abrir y cerrar de ojos, comenzó un viento huracanado y uno de los laterales de la fachada se levantó y cayó a la calle. Fue un milagro que no hubiera heridos. También fue bastante raro que justo a esa hora estuviera sin coches la zona de carga y descarga a las puertas del supermercado”, relataba María, una vecina que vio el suceso. Además, según Somos Comarca, una claraboya cayó en la calle San Roque.

Estado de la fachada tras desprenderse por el viento buena parte de la uralita. FERNANDO CASANOVA

Numerosas caídas de árboles

La tormenta provocó la caída de árboles y ramas en distintos lugares de la provincia. En San Amaro, Esgos, Muíños, Lobeira, Coles, A Peroxa o Lobios, por ejemplo, los servicios de emergencia tuvieron que intervenir para retirar varios árboles que obstaculizaban el paso.

En Maceda, el viento arrancó de cuajo un ejemplar de gran tamaño. En algunas localidades, incidencias en los postes y tendido eléctrico provocaron cortes de suministro.

Un árbol caído por causa del temporal.

Un árbol caído por causa del temporal. GES Valdeorras

Los núcleos de inestabilidad atmosférica que recorrieron la comunidad –cayeron más de 3.300 rayos el miércoles, según Meteogalicia– fueron la causa de varios incendios. Además del de Larouco, la descarga eléctrica activó dos focos en el parque natural del Xurés: en la parroquia de A Illa, en Entrimo, las llamas quemaron 0,06 hectáreas; en Riocaldo, en Lobios, ardieron 2,5. Ambos incendios fueron ya extinguidos la noche del miércoles.

Un hombre camina cerca de terreno calcinado en Larouco. FERNANDO CASANOVA

Ya en la jornada del jueves, con la situación de riesgo extremo de incendio en varias áreas extensas de la provincia, a las tres y media de la tarde se declaró un fuego en Vilamartín de Valdeorras, justo debajo de una línea de alta tensión, según fuentes del servicio de extinción.