Un joven de 22 años con un trastorno del comportamiento debido al consumo de drogas se conforma con una condena de año y medio de prisión por exigir de manera violenta a su tío abuelo de 87 años que le entregase 300 euros, con la advertencia de que si no lo hacía se pondría más agresivo. El familiar, que en principio se negó, ha renunciado a recibir indemnización alguna o a que la Fiscalía mantuviera la acusación por lesiones: el sobrino presuntamente le dio un golpe en la boca tras el que el señor entregó 150 euros.