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Tres oros para la revolución “Laudes”

El vino de O Ribeiro vendimiado por la noche, sin“esfollar” y congelado con nieve carbónica es el primero de la DO en lograr tres medallas europeas en su primera añada

Lázaro Moreno y Raúl Álvarez, posando con el vino “Laudes” en su bodega. | // IÑAKI OSORIO

Medalla de oro en el prestigioso Challenge International du Vin en Burdeos. Medalla de oro en el reconocido Concours Mondial en Bruselas. Y Medalla de oro en el recientemente celebrado Decanter World Wine Awards en Londres. Ese es el palmarés que luce el vino de O Ribeiro, “Laudes”, que es el primer vino que en su primera cosecha conquistan tres grandes certámenes europeos, según el Consello Regulador de la DO a la que pertenece.

Detrás de esos premios y del producto vitivinícola, están Lázaro Moreno, Raúl Álvarez y Maruxa Zapata que hace tres años se embarcaron en solitario con su primera cosecha y que tres años después recogen lo que siembran con métodos y técnicas lejos de la tradición y la costumbre que rodea a la producción del vino.

Lázaro comenta que “supone un gran reconocimiento a todo el trabajo que estamos haciendo y el esfuerzo. Porque hace 22 años que planté las viñas y en ese momento, por cuestiones personales y laborales, solo podía trabajarla durante los fines de semana y en vacaciones entonces, estos reconocimientos que ahora llegan nos indican que estamos haciendo las cosas bien y que estamos en el buen camino”.

"Las medallas suponen un reconocimiento al esfuerzo"

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Y matiza que “supone también una tranquilidad por la forma que tenemos de producir la uva y también tenemos que decir que, a pesar de los premios que están bien, el mejor reconocimiento será que se venda bien en el mercado y que además el consumidor experimente la sensación de volver a querer ese vino en un mundo donde tiene para elegir”.

La forma que tienen de producirlo es diferente al resto. Lázaro explica que se vendimia de noche “porque pretendemos que en la elaboración no incida sobre la uva ningún rayo de sol o el más mínimo si es posible”. La vendimia se inicia a las 21.00 horas, dependiendo de las posibilidades de trabajadores, y termina sobre las 5.00 horas del día siguiente. Lázaro, el enólogo de la bodega, dice que “cuando se vendimia de noche lo que se hace es que los terpenos (sustancia aromáticas de la uva), no se degraden con el calor y tras vendimiar se llevan rápido para la bodega”.

Algunas de las botellas con la primera añade de “Laudes”. | // I. OSORIO

Además de esta característica, la revolución “Laudes” tampoco sigue los patrones de la “esfolla”, es decir de quitarles las hojas a la vida, si no que “son como paneles solares que no dejan pasar el sol o que el sol no incida directamente sobre la uva, pero con esta nos exponemos al riesgo de una enfermedad”. Asimismo, no cortan las ramas de la vid y eliminan más o menos la mitad de los racimos “para que los que salgan, lo hagan con mucho más cuerpo que si dejamos todos juntos”.

Otras de las técnicas innovadoras es utilizar nieve carbónica para congelar la uva después de la cosecha ya que “hace que facilita la liberación de sustancias aromáticas de la uva y otras sustancias positivas”. Después de ese proceso en el que está un día entero, se prensa a poca temperatura, se macera, se fermenta y un año y tres meses después sale el “Laudes”, que solo espera para su embotellamiento. Lázaro arguye que “ahora lo estamos dejando tres meses en la bodega embotellado, pero más adelante lo dejaremos seis meses u ocho, dependiendo de la elaboración”.

"Queremos que el consumidor se quede satisfecho y diga ‘que vinazo’, para que repita”

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El nombre del vino hace un guiño a la tradición de O Ribeiro tan arraigada a la cultura vitivinícola y la enología. El enólogo explica que es “porque nosotros vendimiamos de noche y antes los monjes, que fueron los primeros que promocionaron el vino y le dieron la importancia que ahora tiene en la comarca de O Ribeiro, se levantaban de madrugada para rezar y cantar unas oraciones que se llamaban laudes y nosotros le hacemos ese guiño a la tradición que también tiene que ver con nuestra forma de elaborar el vino”.

La bodega, que se ubica en Esposende (Cenlle) acumula tres premios en su primera añada y ya hay otra en camino que según Lázaro “me gusta más la de 2021, pero sabemos que va a ser muy complicado repetir todos los éxitos que acabamos de recibir y esas tres medallas es difícil en volverlas a conseguir”. Con todos los premiados todavía por saborear de forma conjunta, solo tienen un objetivo y es que al descorchar y servir la botella “el consumidor se quede satisfecho y diga ‘que vinazo’, para que repita”.

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