Hoy finaliza el juicio contra el presidente y delegado del CF Monterrei y un abogado, acusados de un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, los de un joven que vino de México en el verano de 2017 –en ese momento tenía 24 años– con la expectativa de ser jugador profesional pero que, según su versión, vio incumplidas las promesas e incluso sufrió dificultades económicas y de manutención, algo que los encausados, que hoy serán interrogados, niegan, al vincular la denuncia con un supuesto móvil espurio para obtener la residencia.

Ayer declararon varios testigos, entre ellos exfutbolistas del club que compartieron piso con el denunciante. Un joven senegalés y otro mexicano afirmaron que no pasaron hambre. Sin embargo, también reconocieron que estuvieron en contacto con el letrado acusado antes de la celebración de este juicio. De hecho, al testigo mexicano el abogado fue a recogerlo al aeropuerto, en Madrid.

El exjugador senegalés del Monterrei, que en la actualidad juega en la Primera División de su país, asegura que el club les compraba comida aunque en dos ocasiones acudieron a la Cruz Roja. “Teníamos todo, luz agua, no pasamos hambre. No había que pagar nada, al contrario”, señaló el declarante llegado de México, que residió con el denunciante en un piso de Verín de la familia del letrado encausado.

Otro de los testigos es un exentrenador del equipo. Según su versión, como el Monterrei era “humilde”, con los gastos “muy limitados en la octava categoría”, el presidente sugirió que los futbolistas fueran a por alimentos a Cruz Roja, “para no detraer recursos del club”.