Labores como la prevención de incendios, la búsqueda de personas desaparecidas o la vigilancia del Camino de Santiago incorporan apoyo desde el aire. El equipo Pegaso de la Guardia Civil de Ourense opera ya con nuevos medios técnicos para reforzar su capacidad operativa en la provincia. Esta unidad, formada por tres agentes, presentó este jueves en la Comandancia el dron con el que ha empezado a trabajar y que se incorporará a la lucha contra los incendios forestales, una batalla que la provincia libra cada verano.
El teniente coronel, Rafael López Pinel, destacó que la puesta en marcha de este equipo de “policía del aire” aporta una mayor eficacia y eficiencia en operativos como la búsqueda de desaparecidos –una problemática con relativa incidencia en esta provincia–, al igual que en la vigilancia de los montes “ahora que comienza la temporada estival”. De hecho, según recoge el último Plan de Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia (Pladiga), 27 de las 35 parroquias con mayor actividad incendiaria están en Ourense.
El dron puede elevarse a una altura máxima de 120 metros, por lo que ofrece un apoyo “fundamental, que no se puede conseguir de otra manera”, apunta el jefe de la Comandancia. “En esta provincia los incendios son recurrentes y, al igual que ya se hace con el escuadrón de caballería, podremos vigilar los montes con una mayor facilidad y eficacia, ya que si se observa algo anómalo con el dron, las patrullas pueden acudir directamente al lugar”, explica.
"Podremos vigilar los montes con una mayor facilidad y eficacia, ya que si se observa algo anómalo, las patrullas pueden acudir directamente al lugar”
Otra de las labores fundamentales de este equipo es la búsqueda de personas. “El dron nos proporciona una capacidad y maniobra grande a la hora de iniciar los operativos”, explica López Pinel. “Antes la búsqueda por aire tenía que esperar por el helicóptero, que tiene sus limitaciones porque no está aquí y otras circunstancias. Pero ahora tenemos la posibilidad de búsqueda aérea desde el primer momento, de manera que los operativos con desaparecidos, que en Ourense son frecuentes, van a mejorar bastante”.
La primera actuación del nuevo dron fue, precisamente, el apoyo en la búsqueda de un pescador desaparecido en Cortegada el pasado 23 de mayo.
Zoom óptica y cámara térmica
La nueva aeronave, explica Felipe González, uno de tres agentes que integran el equipo, ofrece “muchas posibilidades”, ya que está dotada con dos cámaras, “una con zoom óptico y otra térmica, que permite focalizar más la búsqueda e incluso llegar a encontrar a personas con vida entre maleza o árboles”. Entre los accesorios dispone de linterna de doble iluminación y micrófono y altavoz, lo cual permite a los agentes comunicarse, por ejemplo, con una persona despeñada. “A través de este sistema podemos tranquilizarla, decirle que la hemos visto y que iremos a buscarla”, explica González. El audio se puede emitir en directo o grabado, una opción que permite transmitir mensajes de alerta a la población y que en determinados lugares se utilizó durante la pandemia, apunta el agente del equipo Pegaso.
El teniente coronel avanzó que esta aeronave se empleará también en la vigilancia del Camino de Santiago: “En pocos minutos se puede hacer un recorrido rápido por un tramo”, apunta. “Nuestras capacidades han aumentado con este equipo, que estará a disposición de todas las especialidades cuando necesiten este apoyo; lo usaremos a diario”, incide el teniente coronel.
La Guardia Civil creó los Pegaso en 2016 y su implantación territorial –uno en cada Comandancia, con un mínimo de tres efectivos– se acometió en 2019. En Ourense, el grupo está en activo desde 2020 pero su función, hasta el momento ha sido, sobre todo, administrativa, encargándose de la vigilancia del medio aéreo, excepto de la aviación comercial: avionetas, parapentes, globos o drones. “Los agentes no solamente son manipuladores de estos equipos aéreos, sino que están formados en todo lo relativo a la normativa”, señala el jefe de la Comandancia.
La unidad dispone de otro dron para prácticas y una pistola antidrón que tiene su depósito en la zona de la Guardia Civil de Galicia y que permite inhibir la señal que se genera entre el mando y la aeronave, con el objetivo de paralizar posibles accidentes o incidentes provocados con un dron. “Este es un medio reactivo, hay que estar en el momento y lugar, pero es muy eficaz para este tipo de actuaciones”, apunta González.
