El viñedo madura en un balcón sobre el río Sil, en el microclima mediterráneo de un marco natural incomparable, en la Ribeira Sacra. En bancales con una inclinación del terreno superior al 80% se producen 40.000 kilos al año de uva en Amandi, en San Martiño, que pertenece al municipio lucense de Sober.
Régoa, con diez hectáreas de viñedo y cuyos caldos se destinan sobre todo al mercado nacional, es la única bodega de Galicia elegida para un documental que lleva a cabo una productora de Estados Unidos, con la previsión de que la serie se distribuya en plataformas de streaming de todo el mundo.
La bodega, propiedad de José María Prieto, forma parte de este proyecto audiovisual sobre vinos de autor, en el que se incluyen otras iniciativas de País Vasco, La Rioja o Andalucía. El equipo de rodaje, integrado por diez personas, estuvo la semana pasada en la Ribeira Sacra para llevar a cabo la grabación.
La singularidad del paisaje y del vino, de largo recorrido –algunos con hasta 15 años–, fueron los motivos principales por los que la productora eligió Régoa para su proyecto. La plantación y cuidado del viñedo comenzó en el año 1993, mientras que la bodega abrió sus puertas en el año 2005 en Sampil, Pinol.
Cada una de las zonas vinícolas seleccionada se explicará en un episodio de la serie, cinco en total. Por lo tanto, la bodega de Amandi será la protagonista de uno de los capítulos del proyecto.
Doce elevadores en la viña
Régoa da trabajo a dos personas de forma estable, número que se incrementa en la época de poda y elaboración del vino. La viña está mecanizada con un sistema de raíles con 12 elevadores.
Las vistas al Cañón del Sil son espectaculares desde la parcela, una imagen que se podrá contemplar en todo el mundo. La grabación se realizó el viernes y el sábado. El equipo de la productora neoyorquina ‘e-Content TV’ tomó imágenes de la bodega y de la viña de Régoa, y también visitaron la alfarería de Gundivós y una quesería de Chantada.
En español e inglés
Además, los profesionales aprovecharon para conocer la feria de Sober, donde comieron pulpo, así como la iglesia de Pinol, donde vieron las pinturas murales que han sido recuperadas recientemente.
El proyecto documental se estrenará, en principio, en el último trimestre de este año, y contará con una versión en español y en inglés.
