Aún está en la memoria el rescate de una vaca preñada que se quedó atrapada en una zona de difícil acceso de la orilla del río Deza, en Vila de Cruces (Pontevedra). Ayer salvaron a un caballo en el pueblo de Acea de Meire, en Allariz. El animal había bajado a beber agua al río y se enterró en el fango. Solo permanecían en superficie la cabeza y parte de su lomo.

Debido a que el caudal había bajado, el equino tuvo que adentrarse más de lo habitual para beber, quedando atrapado en la tierra mojada. Cuanto más pataleaba para intentar salir, más se hundía.

Fue encontrado por la mañana y su dueño pidió ayuda a Protección Civil. También acudió personal municipal, con una pala del Concello. Fue necesario atar unas correas anchas para sujetarlo y tirar de él. Podría llevar allí horas y parecía estar agotado de tanto esfuerzo. Una vez rescatado, se le dio calor con una manta, ya que el agua estaba fría. Al poco rato se levantó y empezó a comer.