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Los embalses ourensanos tienen un 25% menos de agua que el promedio histórico

El gran vaciado de otoño y la escasez de lluvia provocan que estén al 54% de su capacidad | La precipitación acumulada esta temporada es un 42% más baja que la media

El embalse de Cachamuíña, en Pereiro de Aguiar, en la jornada de ayer. | // IÑAKI OSORIO

La imagen que dejan los embalses ourensanos difiere de la que provocaban las empresas eléctricas en algunos el otoño pasado, donde el gran vaciado de agua dejaba al descubierto pueblos y aldeas que habían sido sepultadas bajo el agua. El ejemplo de Lindoso, el más evidente.

Los embalses ourensanos presentan una imagen de agua, pero muy por debajo de la media histórica que se debería estar registrando en estas alturas del año. Los datos estadísticos que ofrece la Confederación Hidrográfica Miño-Sil señalan que los embalses gallegos de la demarcación se encuentran al 53,5% de su capacidad máxima, lo que supone un 0,28% menos que la semana anterior. Además el volumen actual, la mitad de su capacidad es un 15,42% menor que la cantidad de agua embalsada hace un año, donde se registraban niveles cercanos al 70% de la capacidad máxima. Actualmente, el llenado de los embalses ourensanos es un 25,2% inferior al promedio histórico en estas fechas del año, que normalmente se determinaba por encima del 75%.

Un indicador que tal y como señalaba FARO en una información, la provincia de Ourense cada vez tiene más días de calor, con más luz solar, menos jornadas de lluvia al año y episodios más fuertes de chubascos e intensos. Es decir, los efectos y las consecuencias del calentamiento global y del cambio climático ya se sienten en el campo y también en los embalses.

Precisamente, en el presente año hidrológico que dio inicio el pasado 1 de octubre de 2021 hasta la actualidad, certifica que las precipitaciones caen en picado. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil establece que la precipitación acumulada en los embalses gallegos de la demarcación es de 540,6 l/ml2, es decir un 42% por debajo de la media histórica, siendo dicho promedio de 924,1 l/m2.

Fuentes del organismo, señalan que en el año hidrológico anterior, 2020/21, a esta altura del año la precipitación registrada era de 985,1 l/m2, un 7 % por encima de la media histórica y un 82% por encima de la del año 2021/22”.

Un abril, “sen augas mil”

Las precipitaciones escasean en la provincia de Ourense y la CHMS califica los meses de octubre, noviembre, enero, febrero y abril como “secos” y solamente al mes de marzo le dan la categoría de “húmedo”. La Agencia Gallega de Meteorología recoge los datos estadísticos de lluvia del pasado mes de abril recoge que fue un 32% inferior al valor climático normal, siendo el precedemente más próximo el del año 2017 donde llovió un 83% menos.

Estas anomalías en las condiciones climatológicas ya las notan los profesionales del sector primario como agricultores y ganaderos que cada vez están pendientes del tiempo y de incluir las inclemencias meteorológicas en las pólizas de los seguros de sus explotaciones. La CHMS hace un llamamiento para “la concienciación social sobre el buen uso del agua y la sensibilización sobre el ahorro de un recurso que cada vez es más escaso en la provincia ourensansa.

Ecoloxistas en acción: “As proxeccións cara o verán son desoladoras”

El colectivo Ecoloxistas en Acción hizo un repaso a los datos actuales que ofrece la Confederación Hidrográfica Miño Sil diciendo que “O pasado verán viuse perfectamente o desaxuste comunicativo entre administracións competentes á hora de tomar medidas sobre o estado dos encoros en Galicia. A alarma chegou de veciños e asociacións ecoloxistas como testemuños das decisións tardías e con falta de concordancia ante un escenario que deixou os encoros a mínimos históricos”. Sobras as medidas das administracións din que “marcha? O ano pasado insistiamos na necesidade da anticipación. Este ano, non hai excusa. É obvio que imos atopar unha grave situación que afectará inevitablemente aos ecosistemas fluviais, ás colleitas do campo e á saúde das persoas. Botamos en falta intensificar as campañas de educación e concienciación do aforro e incrementar a vixianza e control do uso da auga sobre todo no tocante ao mantemento de caudais”. En un escenario de calor intenso y con el verano a la vuelta de la esquina señalan que “as proxeccións son desoladoras, partindo das actuais. Preocupa moito o mantemento dos caudais hidrolóxicos, e a viabilidade dos embalses para acoller as cargas de hidroavións, nos embalses do Macizo central alguns verans non poden cargar os hidroavións pola falta de auga, é un problema grave mais”. Analizan que la sequía y los objetivos de las hidroeléctricas son las principales causas de los volúmenes por debajo de la media história de los embalses ourensano.

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