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Arturo Fernández, el etnógrafo jubilado que lleva a los colegios la memoria del hórreo

Divulga de forma altruista en centros escolares la historia y funciones de un legado “que se desmorona” | Pretende que “en un mundo virtual, los niños conozcan su historia real”

El experto Arturo Fernández, en una de las charlas sobre el hórreo y su historia, en el colegio Luis Vives. | // FERNANDO CASANOVA

“Mi trabajo de divulgación altruista en los colegios, es un “zasca cultural” ; una llamada de atención a los que tienen la responsabilidad de cuidar de nuestro patrimonio, pero dejan que vaya desapareciendo uno de sus legados más valiosos, y con ellos la historia de lo que somos: los hórreos” , explica Arturo Fernández.

Por eso ha decidió dedicar hasta su ultimo aliento, para difundir gratuitamente en los colegios, la memoria del hórreo y toda su cultura agrícola, poética, musical y demás anexa, para que los niños y niñas de hoy, sean sus valedores en el futuro.

Este técnico de delineación, ahora jubilado, tenía 25 años cuando quedó fascinado por un hórreo que había visto en Chantada. Comenzó ahí un infatigable trabajo de recopilación, estudio e incluso de recreación a escala de distintas variantes de estas construcciones tradicionales. A día de hoy es el mayor experto en este tipo de construcciones, tiene más de una veintena de maquetas en su poder, otras cedidas ala Diputación en su día –y que no están expuestas al público– y recorrió más de medio millón de kilómetros para inventariar y fotografiar, con más de 10.000 imágenes, estas construcciones en diferentes modalidades y países.

“Hay hórreos en muchos sitios de España, en Rumanía, Galicia, Reino Unido, Portugal; pero el patrimonio mayor y más valioso está en Galicia. Llevo años alertando de su deterioro. Si no se hace algo acabarán siendo en breve material de estudio arqueológico”, advierte

Pero Arturo, que fue alumno de Xocas”, el profesor e investigador que documentó al dedillo y dejó constancia sobre le papel de la arquitectura popular, y elementos de valor etnográfico de Galicia, se ha cansado de chocar el muro de las administraciones, y ha iniciado un periplo por los colegios, para que estos niños “de la generación de lo virtual y las nuevas tecnologías, conozcan su historia real. Sus raíces” ,explica.

“A los niños les fascinan”

Se dirige a alumnos desde infantil a ESO, “y la experiencia es muy interesante; notas que les fascina, se acercan, me hacen preguntas y luego llevan el tema a sus casas, y la investigación continúa allí, con las preguntas a padres, abuelos y es también una inmersión en la lengua gallega” explica Arturo Fernández. Se refiere los diferentes nombres que, según les transmite, tiene el hórreo según materiales, modelo o zonas; desde canastro de varas, cabaceiros, cacifos y otros.

“Aprovecho también para llevarles varios cereles que se guardaban en los hórreos, y para qué se utilizaban” para contextualizarr esos periodos históricos. Arturo no piensa parar. Ya ha estado con alumnos de los colegios de Cambeo; Amoeiro; Luis Vives, en el se hicieron las fotografías que acompañan a esta información.

“Me he marcado como objetivo de vida, seguir difundiendo todo lo que, humildemente aprendí en 40 años de investigación. Lucharé para que los hórreos no se conviertan en la nueva arqueología del siglo XXI” advierte el investigador.

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