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Profesionales de la maternidad en el proceso de ser madres: “Es como practicar la teoría”

Las matronas, expertas en gestación y mujer, atendieron 1.315 partos y más de 29.000 consultas en Ourense en 2021. Su labor va mucho más allá del seguimiento del embarazo y de la atención del parto y el posparto: lactancia, educación sexual, prevención del cáncer de cérvix, consulta preconcepcional, ciclo menstrual, menopausia o suelo pélvico

Sara Campo, Antía González y Mireia López (de izquierda a derecha) son matronas y están embarazadas. IÑAKI OSORIO y CEDIDA

Cuando Antía González, de 36 años, dio a luz a su primera hija, el proceso biológico del parto la conectó con tanta intensidad “que en ningún momento estuve pendiente del monitor, que es una de las preguntas que me hacen a veces. En la mayor parte de las mujeres prima más, en ese momento, la parte primitiva del cerebro. Desconectas la parte racional y vives tu parto, con tus hormonas y con ese subidón, sin pensar en el otro lado”, describe.

Tiene el conocimiento que confiere la maternidad y el que aporta además su profesión, la de matrona desde que terminó la especialidad en 2014. Esta ourensana disfruta ahora del proceso de su segundo embarazo. Está en la semana 31 de gestación y, de nuevo, el bebé será niña.

Sara Campo, una bilbaína de 35 años afincada desde hace una década en Galicia, enfermera desde 2007 y matrona desde el 2012, va a ser madre por primera vez. Su gestación avanza: está en la semana 21.

"Ahora que lo vivo yo, estoy encantada"

“Creo que el conocimiento sí te da un plus, es como estar poniendo en práctica la teoría”, subraya. Aunque no siempre saber aporta calma. “Tienes miedos e inseguridades, pero lo vas llevando. Puede que en ocasiones surjan preocupaciones que otra persona no se plantearía, o coincida que lleves el embarazo de una gestante a la que le pasa algo, y esté más o menos en tus mismas semanas, y te digas: “A ver si me va a tocar a mí también”, confiesa.

“Pero en general es un momento precioso. Así es como he intentado transmitirlo a mis pacientes: están en un momento único. Ahora que lo vivo yo, estoy encantada”.

Sara Campo y Antía González, matronas y embarazadas. INAKI OSORIO

Mireia López tiene 32 años y el estado de gestación más avanzado de las tres: ha alcanzado las 38 semanas y cuenta con dar a luz en unos quince o veinte días. También en ella convive esa doble faceta: la de futura madre y la de experta en la maternidad.

“Sí creo que influye tener conocimientos, porque la información es poder. Pero me he preocupado 20.000 veces más por los embarazos de mis pacientes que por el mío. He vivido el proceso como algo normal”, indica.

“Es importante tener una persona de referencia y apoyo. Se crea una relación bonita y un vínculo especial con la paciente. Te cuentan sus miedos, sus dudas...”

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Saber en piel propia qué se siente en el camino de dar a luz –“visualizo todos los días el parto”, comparte– ha afianzado su vocación profesional, “y eso que todavía no he parido, ni lactado, ni mucho menos criado”.

Es enfermera desde 2011 y matrona desde el 2015, con toda su carrera en la especialidad desarrollada en Ourense. Hasta la pasada semana, cuando comenzó con su permiso por su avanzada gestación, trabajó en el paritorio de O Barco de Valdeorras, donde ejerce desde noviembre de 2021. Antes también estuvo en el de Verín y en el CHUO.

Esta profesional cuenta, además, con tres años de experiencia en la atención primaria y ha conseguido recientemente el título de doctora por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), con una tesis que estudia el efecto en el parto de los hábitos de vida de la madre durante el embarazo, en especial el ejercicio y el peso.

La matrona Mireia López está de 38 semanas. CEDIDA

Una investigación doctoral prueba que el ejercicio favorece un pacto no inducido

En su estudio con una cohorte de gestantes exclusivamente ourensanas –una mediana de edad de 33 años–, comprobó que las embarazadas que hacen actividad física “tienen una mayor tasa de parto no inducido, cuando el porcentaje en Ourense es elevado, de un 55%, mientras que el de cesáreas es similar al del resto de España. El ejercicio ayuda a ponerse de parto espontáneamente. Además, tener una ganancia de peso adecuado durante la gestación también contribuye a tener un parto vaginal en vez de cesárea”, explica.

Gracias a esta investigación, se ha puesto en marcha “una herramienta clínica que contribuye a disminuir la tasa de inducción y de cesárea mediante la promoción de buenos hábitos de vida, en función de los parámetros clínicos y las pruebas de cada mujer en su embarazo”.

Una sala de partos (archivo). FdV

El sedentarismo, coincide Sara Campo, es uno de los factores de riesgo que más observan en las gestantes. “Hacemos mucho hincapié durante el embarazo”, subraya.

Vigilar la gestación es solo una parte de la labor de estas profesionales, cuyo conocimiento sirve de apoyo y de asesoramiento a la mujer en las distintas etapas de su vida.

“Hay una creencia muy habitual: si tienes acidez es que el bebé tendrá mucho pelo. También está extendida la de que debes parar de hacer deporte en el embarazo, cuando es al contrario. Hay una muy de Galicia: esa de que no se puede comer pulpo embarazada”

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La función de una matrona, cuyo día internacional se conmemora el 5 de mayo, va mucho más allá del seguimiento del embarazo y de la preparación y la atención del parto y del posparto: incluye información sobre lactancia, educación sexual, planificación familiar, métodos anticonceptivos, consulta preconcepcional, citologías, prevención de ETS y del cáncer de cuello de útero –la vacunación contra el virus del papiloma y la información sobre el programa de cribado cada tres años para las mujeres de entre 25 y 65–, así como consultas sobre el ciclo menstrual, relaciones sexuales, la menopausia o el suelo pélvico.

A veces, también implica desterrar falsos mitos. “Hay una creencia muy habitual: si tienes acidez es que el bebé tendrá mucho pelo. También está extendida la de que debes parar de hacer deporte en el embarazo, cuando es todo lo contrario. Hay una muy de Galicia: esa de que no se puede comer pulpo embarazada”, se ríen.

Una cama en el hospital de Verín (archivo). BRAIS LORENZO

En la gestación, al dar a luz y después, claro, su contribución es fundamental. “Es importante tener una persona de referencia y apoyo. Se crea una relación bonita y un vínculo especial. Te cuentan sus miedos, sus dudas...”, señala Sara Campo.

El seguimiento debería empezar ya desde el test positivo. Y, antes, ir a consulta preconcepcional, para hacer una analítica y valorar el riesgo o si es necesario modificar los hábitos. Es importante cuidarse desde cero”, añade.

La pandemia –transmiten ella y su compañera Antía– ha generado “inquietud” en las gestantes, han aumentado sus miedos. “Vimos que muchas estuvieron muy solas durante el proceso, por el temor a parir solas, a que las separaran del bebé, o a no saber qué se encontrarían”, dice González.

Matronas y ginecólogas en el paritorio de Ourense (archivo). Sergas

En el área sanitaria de la provincia de Ourense hay, según los datos del Sergas, un total de 41 matronas, entre atención primaria y hospitalaria. “Ha aumentado en tres profesionales en los dos últimos años, en el marco del Plan de Mellora da Atención Primaria. Fueron asignadas a los centros de salud de O Couto y a los de Verín-Xinzo y Valle Inclán-Pereiro”, dice la administración.

La plantilla de matronas en Ourense, según el Sergas, se distribuye en 14 más la supervisora en el CHUO, con 8 en el hospital de Valdeorras (incluyendo la cobertura de la atención primaria de Valdeorras, Viana y Terra de Trives), 5 en el hospital de Verín más 13 en atención primaria, con sectorización por comarcas o incluyendo municipios periféricos.

Un déficit de profesionales: "La ratio en Ourense es muy baja comparada con otras provincias. En otras comunidades hay una matrona en cada centro de salud. En otros hospitales también hay matrona en urgencias"

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Las matronas consultadas critican que son solo 13 en atención primaria para toda la provincia, 12 en el paritorio de Ourense, 5 en el de Verín y 6 en el de O Barco. “Han metido en Ourense a dos matronas que están en consultas de hospitalaria en la consulta del ginecólogo. En O Barco, igual, hay dos matronas en consulta: una de embarazo y otra de menopausia y de suelo pélvico. Además, hay una vacante sin cubrir con contratos de acúmulo en el paritorio de O Barco”, puntualiza Sara, que trabaja en los centros de salud de Valle Inclán y Pereiro.

“La ratio en Ourense es muy baja comparada con otras provincias. En otras comunidades hay una matrona en cada centro de salud. En otros hospitales también hay matrona en urgencias, para que en el puerperio inmediato, en las dos primeras horas después del parto, la mujer esté acompañada en la sala de dilatación por una matrona. Aquí no pasa. Hay déficit no solo en atención primaria, sino también en la hospitalaria”, dice Antía, que ejerce en Celanova y Xinzo.

“Nos asocian solo a la educación maternal y a la revisión posparto, pero no solo la población, sino muchos de nuestros propios compañeros. Hay algunos profesionales sanitarios que desconocen totalmente todo lo que podemos hacer”

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En el año 2021, las matronas llevaron a cabo un total de 29.286 consultas de atención primaria, lo que supone un aumento del 21,6% sobre las 24.086 de 2020. Tienen lista de espera, “porque la demanda es elevada y somos pocas”, resume Sara, a pesar de reconocer que “aún hay muchas mujeres que desconocen lo que hacemos”.

Antía interviene para añadir: “Nos asocian solo a la educación maternal y a la revisión posparto, pero no solo la población, sino muchos de nuestros propios compañeros. Hay algunos profesionales sanitarios que desconocen totalmente todo lo que podemos hacer”, afirma.

“En el embarazo, al principio, hay muchas dudas, y la mujer tiende a autoculpabilizarse. Parece que estuviéramos con el látigo, castigándonos”

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El campo más global de la matrona es el de la atención primaria y es el que nos está ayudando a darnos a conocer a otros grupos que habitualmente nos asociaban solo al paritorio. Ahora cada vez hay generaciones más jóvenes de matronas que van abriendo la profesión a la mujer climatérica [el periodo de tiempo de antes y después de la menopausia] y a las adolescentes, que se acercan más a nosotras para una educación para la salud y de prevención de patologías de la mujer”, opina Mireia.

En 2021 se registraron 1.315 partos en los tres hospitales públicos de Ourense: 1.123 en el CHUO, 105 en O Barco y 87 en Verín. La caída en la suma de los tres centros con respecto a los 1.386 casos de 2020 se sitúa en el 5,1%.


“En el embarazo, al principio, hay muchas dudas, y la mujer tiende a autoculpabilizarse. Parece que estuviéramos con el látigo, castigándonos”, reflexiona esta profesional. “Y el posparto es el culmen psicológico de toda mujer. De hecho, yo es a lo que más respeto le tengo de todo mi embarazo, porque, en toda la etapa de gestación, es cuando más haces de psicóloga, no solo de matrona. El tipo de parto influye mucho en el estado de ánimo del posparto, así como las expectativas que se crean, por ejemplo, con la lactancia, para la que la madre necesita apoyo, sobre todo en las primeras horas o días con el bebé. Que no haya matronas en planta para esto es un fallo enorme”, afirma Mireia.

A la derecha de la imagen, el hospital Materno Infantil de Ourense. INAKI OSORIO

En 2021 se registraron 1.315 partos en los tres hospitales públicos de Ourense: 1.123 en el CHUO, 105 en O Barco y 87 en Verín. La caída en la suma de los tres centros con respecto a los 1.386 casos de 2020 se sitúa en el 5,1%.

En una provincia con la edad media más elevada de España, solo por detrás de Zamora –51 años–, el índice más bajo de hijos por mujer de Galicia –0,95–, y la peor racha de natalidad en el arranque del año de los últimos siete ejercicios, ¿se puede revertir el proceso?

"Falta mucha política de conciliación"

“Cuando los padres empezaron a tener los 4 meses de permiso, trabajaba en atención primaria y lo noté muchísimo: las lactancias iban mejor y las mujeres estaban mejor anímicamente. Una mejor conciliación redunda positivamente”, afirma Mireia.

Dice Antía que hay algunas madres que se muestran “agobiadas” después del parto, por cómo podrán organizarse cuando vuelva a trabajar el padre y les toque incorporarse a ellas. “Falta mucha política de conciliación. Los países del norte de Europa invierten mucho más y por eso tienen una natalidad muy alta”, subraya.

Sara y Antía comparten profesión y estado. INAKI OSORIO

“Los padres están más implicados que antes, pero en las mujeres sigue recayendo la mayor parte del peso”

“Hay padres que vienen a clase de preparación del parto y que participan incluso en los ejercicios, pero sigue soportando la mujer la mayor parte del peso del embarazo”, observa Antía González. “Están más implicados que antes, y suelen venir a las consultas, pero todavía queda camino por andar”, coincide Sara Campo.

Para formar y para informar, las matronas participan en un programa de educación afectivo-sexual, de nombre ‘Queréndonos ben’, que actualmente beneficia a estudiantes de 1º y 2º de Secundaria.

En estas charlas en los institutos se procura que los adolescentes aprendan acerca de una sexualidad sana y segura, además de reforzar valores como el compañerismo y la autoestima. “Internet no es una buena fuente de información, porque hay sobreinformación y contenidos que no reflejan la realidad”, indica Antía.

Es un programa estandarizado en el que no solo participan matronas, sino también enfermeras de pediatría o trabajadores sociales. “Son bienvenidos todos los especialistas que quieran entrar. Cuanto más multidisciplinar, mejor”, señala la profesional.

El apoyo a la lactancia, clave

Una cuestión clave que ocupa y preocupa a las matronas es la lactancia. Existe una guía en Ourense, cuya implementación está en proceso. “Se está intentando que haya matrona en planta y estamos formando a la gente, pero es un proceso que parece lento”, señala Sara, que forma parte de la comisión de lactancia.

El colectivo explica, entre las carencias actuales, que en el CHUO no está ninguna matrona en planta ayudando con la lactancia, que puede ser difícil al principio. “Aquí el índice es bajo y muchas madres no tienen el suficiente apoyo, y falta también consenso profesional. En O Barco y Verín sí va la matrona al puerperio pero en el CHUO no, porque en el paritorio son pocas. Por eso queríamos hacer una consulta de lactancia o que hubiera una matrona de mañana para dar apoyo”, expone.

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