Ha recibido dos condenas por quebrantamiento y, hace unos días, otra por malos tratos: 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad y un año de alejamiento e incomunicación de la víctima. El 9 de abril de 2020, la agarró por el cuello para arrebatarle el móvil y comprobar con quién se había escrito. Ayer, este encausado de 32 años volvió a sentarse en el banquillo por acosar y atosigar presuntamente a la misma mujer, su ex, después de la agresión por la que ha sido recientemente sentenciado. La Fiscalía también le atribuye obstrucción a la justicia. La vista se suspendió. Será en junio.

La defensa presentó este miércoles, el día antes del juicio, tres informes voluminosos, y el fiscal ve en esa acción una mala fe procesal, que la letrada encuadra en el ejercicio legítimo del derecho de defensa. Tras la denuncia por la agresión, fue detenido. Según el fiscal, tras quedar en libertad, llamó más de 25 veces y envió casi 100 mensajes a la víctima. “Solo tú puedes parar esto; si no me van a condenar”, decía en alguno. En otros la insultaba. Siguió otros días con mensajes para que retirara la denuncia e incumplió la orden de protección, recibiendo dos condenas por quebrantamiento. Presuntamente, llegó a cambiar su domicilio a un pueblo para tratar de coincidir cuando ella iba de vacaciones o los fines de semana. La víctima sufrió un gran desasosiego.