Cada vez hay menos habitantes en Ourense, entre las provincias que más acusan en España la crisis demográfica, pero las reservas del dinero que se guarda en los bancos han crecido en los últimos años, aunque en la cifra total no solo suman las cantidades de los particulares, los hogares o las familias.
Los depósitos de las administraciones públicas y de los otros sectores residentes –personas físicas, instituciones privadas sin ánimo de lucro, sociedades no financieras, auxiliares e intermediarios financieros, como empresas de seguros– aumentaron casi un 32,7% entre 2011 y 2021, al pasar de 7.270 a 9.646 millones de euros.
En ese mismo periodo de tiempo, el censo de población descendió un 8,4%, de 333.257 a 305.223 personas empadronadas.
Según el boletín estadístico del Banco de España, a fecha de diciembre de 2021 –son los datos más recientes– había 9.646 millones depositados en los bancos en la provincia, de los cuales 320 corresponden a las distintas administraciones públicas y 9.326 a los otros sectores residentes.
El volumen actual de depósitos en los bancos casi duplica al de finales de 2007
La mayoría del dinero –7.743 millones– está en la modalidad a la vista, es decir, son fondos disponibles de forma inmediata, saldos acreedores de las distintas cuentas corrientes. Un total de 1.583 millones en Ourense están depositados a plazo, lo que quiere decir que no se pueden movilizar hasta la fecha de vencimiento del plazo pactado por las partes.
Las cantidades guardadas en el banco han ido creciendo de forma progresiva en los últimos años. El dato actual de la provincia es el más elevado, tras haber sorteado la crisis económica –incluida la reestructuración del sistema financiero– y la pandemia, ambos problemas sin parangón en décadas.
Los datos de depósitos en la provincia, en los últimos años, son de 8.029 millones de euros al cierre de 2015, 8.182 a finales de 2016, 8.353 en el último mes de 2017, 8.505 en diciembre de 2018, 8.687 al terminar 2019 y 9.405 millones de euros a la conclusión del agitado ejercicio de 2020
A cierre de 2007 los depósitos en Ourense totalizaban 5.750 millones de euros –es decir, casi la mitad que la cifra de la actualidad–, un montante que al final de 2008, 2009 y 2010 ascendía a 6.523, 6.969 y 7.245 millones, respectivamente.
La cantidad global se situaba en 7.270 al cierre de 2011, en 7.178 al finalizar 2012, en 7.595 en diciembre de 2013 y en 7.953 a las mismas alturas de 2014.
Los datos de depósitos en la provincia, en los últimos años, son de 8.029 millones de euros al cierre de 2015, 8.182 a finales de 2016, 8.353 en el último mes de 2017, 8.505 en diciembre de 2018, 8.687 al terminar 2019 y 9.405 millones de euros a la conclusión del agitado ejercicio de 2020.
En lo peor de la pandemia, tendencia al ahorro: en junio de 2020 la cifra ascendía a 9.166 millones de euros, en septiembre de ese año se situaba en 9.216 y en diciembre subió a 9.405
Durante la pandemia, el ahorro acumulado en los bancos marcó varios máximos históricos. De los 8.687 millones de euros que totalizaban los depósitos en Ourense al cierre de 2019, el aumento fue ligero al terminar el primer trimestre de 2020, con 8.741 millones en marzo de 2020.
En ese mes estalló la mayor crisis sanitaria en un siglo, de alcance global. A la vista de los datos del Banco de España, la tendencia clara fue ahorrar. En junio de 2020 la cifra ascendía a 9.166 millones de euros, en septiembre de ese año se situaba en 9.216 y en diciembre subió a 9.405.
A lo largo de 2021, con el coronavirus causando todavía estragos en la economía, debido a las restricciones, se registraban un total de 9.299 millones de euros en depósitos en marzo de 2021, 9.424 en junio –al cierre del segundo trimestre–, 9.466 a la conclusión del tercero, en septiembre, con un nuevo máximo, de 9.646 millones de euros, en el último mes del año pasado.
El continuo cierre de oficinas: de 195 a 140 en tres años
El aumento constante del dinero confiado en depósito a los bancos no solo contrasta con la pérdida de habitantes, que no se frena, sino con el cierre progresivo de oficinas por parte de las entidades, en una política de las compañías de reducción de ese gasto y de una apuesta por la digitalización.
Hasta el punto de que, en muchas zonas del territorio, se haya producido una exclusión financiera, con el rural como el medio más afectado. La instalación de cajeros en las localidades sin ese servicio intenta paliar esa carencia.
En la actualidad, según los datos más recientes del Banco de España, hay 140 oficinas bancarias en Ourense, menos que las 166 de Lugo y lejos de las 418 de A Coruña y las 317 de Pontevedra.
Quedaban 167 establecimientos de este tipo en la provincia a finales de 2020, cuyo número se situaba en 182 al cierre de 2019, antes de la pandemia.
El total de locales ocupados por los bancos bajó de los dos centenares en 2018 (eran 195 al cierre de ese año). Echando la vista atrás, el descenso no ha parado: 204 en 2016, 219 en 2015, 224 en 2014, 242 en 2013, 268 en 2012 y 281 en 2011.
