El Domingo de Resurrección tiene un marcado matiz con el “desplante” del obispo a la Corporación municipal. A las 11.30 horas arrancó la procesión del Encuentro desde la iglesia de Santa María Nai hasta la Catedral guiada por la imagen de la virgen para oficiar la misa del obispo Leonardo Lemos a las 12.00 horas. Allí, tras leer y celebrar el evangelio la procesión recorre el camino inverso hasta las escalinatas de Santa María Nai, donde el obispo realizó el “desplante” a la Corporación municipal y con el que se cierra las celebraciones religiosas de Semana Santa.

El “desplante” tiene su historia ya que los gobernantes de la ciudad, cuentan los que saben, se negaron a socorrer a la Iglesia cuando les pidió ayuda para renovar las escaleras de la iglesia de Santa María Nai. Por aquel entonces, la Iglesia impidió a los gobernantes subir por las escalinatas desde entonces se continúa con el gesto en el Domingo de Resurrección.

A la procesión acudieron personalidades políticas de la Corporación y también decenas de personas que acompañaron a la imagen de la virgen hacia la Catedral y de nuevo hacia su templo.

No solo los residentes ourensanos acompañaron a la virgen si no que también se unieron algunos turistas de forma activa o pasiva, con el paso por el centro de la ciudad.

El “desplante” a la Corporación cierra la tradición religiosa de la Semana Santa

La tradición pagana

El Domingo de Resurrección también tiene costumbres paganas como reunir a la familia en torno a la mesa y la tradicional rosca con fruta confitada que se dan a los ahijados. Las pastelerías de la ciudad hacían su particular domingo con imágenes de largas y medianas colas de personas esperando su turno para hacerse con un ejemplar que llevarse a casa. Algunos con reservas y otros tentando a la suerte para hacerse con una ya fuera rellena o con el tradicional bizcocho. Algunas pastelería consultadas señalan que “el volumen de trabajo fue el mismo que otros años, pero sí que se notan más las reservas, la gente no quiere especular y llegar a casa sin rosca”.

Tras la rosca de Pascua, el protagonismo también lo tiene el famoso huevo de Pascua. El chocolate se cuela en los regalos familiares para cumplir con las tradiciones paganas de la Semana Santa. Religión para iniciar el domingo y dulce para terminarlo y encarar la semana laborable después de varios días de festividad religiosa.