Si no comete ningún nuevo delito durante los dos próximos años, un ourensano de 22 años se librará de tener que cumplir la pena de 9 meses de prisión a la que ha sido condenado, con su conformidad, por incumplir la orden de alejamiento que le impedía aproximarse a una joven a la que presuntamente maltrató. Quebrantó una medida cautelar acordada por la justicia para proteger a la víctima.

El juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Redondela dictó un auto el 19 de marzo de 2020 –en pleno inicio del confinamiento estricto por la primera ola de COVID– acordando la protección solicitada por la víctima con respecto al encausado, por un presunto delito de malos tratos.

Mientras se tramita esa causa, el juzgado prohibía al joven que se acercara a ella a menos de 100 metros, así como comunicarse con la víctima por cualquier medio. La resolución fue notificada personalmente al investigado el 19 de marzo.

Sin embargo, un mes después, el 16 de abril de 2020, el varón se personó en la puerta del centro de menores de Montealegre, en Ourense, donde se encontraba ingresada la víctima. El encausado intentó acceder el recinto, pero el vigilante de seguridad no le permitió la entrada.

La sentencia de conformidad también considera acreditado que, el día 10 de junio de 2020, cuando la medida cautelar de protección continuaba en vigor, el acusado se desplazó de nuevo al centro de menores y permaneció a unos diez metros de la puerta de entrada durante veinte minutos.