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Las aldeas modelo devuelven la actividad a más de 400 hectáreas de tierra abandonada

Rebaño de cabras en la aldea modelo de Xacebáns, Quintela de Leirado. FERNANDO CASANOVA

Una de las condiciones que se exigen para poner en marcha una aldea modelo es que las tierras que se quiere poner en producción presenten un estado de grave abandono. En la provincia de Ourense no hay que buscar demasiado para encontrar poblaciones rodeadas por parcelas en desuso. Con el envejecimiento de la población y el éxodo hacia las villas y la capital, los antiguos pastos y campos de cultivo se han convertido en superficie forestal que multiplica el riesgo de incendio. De ahí que Ourense sea la provincia con más aldeas modelo en ejecución.

De las 19 que ya están aprobadas actualmente en Galicia, 13 están en esta provincia. En conjunto suman 411,13 hectáreas que recuperarán su actividad agraria y ganadera. Para llegar a este punto, ha sido necesaria la conformidad de 1.775 propietarios.

Osmo, la pionera

La pionera fue Osmo, en Cenlle, declarada aldea modelo el 7 de agosto de 2019, y en la que ya está en marcha una explotación de porco celta en ecológico. Esta iniciativa funcionó como un imán para el resto. “Una de las razones por los que hay más aldeas modelo en Ourense es que se dan más casos que en otras provincias de núcleos con un alto porcentaje de terrenos en estado de especial abandono”, explica Inés Santé, directora xeral de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, Agader. Otro motivo, añade, “es que ya está funcionado Osmo, y cuando se ve que algo funciona bien, en los concellos más cercanos también se quiere replicar”.

"Cuando se ve que algo funciona bien, en los concellos más cercanos también se quiere replicar”

Inés Santé - Directora xeral de Agader

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La aldea modelo de Cenlle reactivó una superficie perimetral de 18,32 hectáreas y para ello fue necesaria la firma de 48 propietarios. Es la única de las 19 ya aprobadas que está en producción. Otras dos aldeas en Lugo (Trascastro-O Incio y Parada dos Montes-A Pobra de Brollón) se encuentran en esta misma situación, con sendas producciones en activo de vaca cachena en ecológico.

Cuatro con productor adjudicado

En otras cinco (cuatro de ellas en Ourense) ya se ha resuelto el proceso de concurrencia por lo que ya tienen productor, y las obras para la puesta en marcha se encuentran en distintas fases. Es el caso de la aldea de Penedo (Boborás), que recupera 23,41 hectáreas para una producción de porco silleiro en extensivo y ecológico. En Reboredo (Pereiro de Aguiar) se revitalizarán 15,13 hectáreas a través de una ganadería de vacuno en extensivo, la misma actividad que recupera el perímetro agrario de la aldea de Meixide (A Veiga), en una superficie de 71,25 hectáreas. En Xacebáns (Quintela de Leirado), se encuentra en proceso de puesta en producción para 31,67 hectáreas la ganadería de Maik Rober Paladino, un venezolano hijo de emigrantes que empezó pastoreando 10 ovejas en Val (Leirado).

Las diferentes experiencias, señala Santé, son buenas en todos los casos. “Tanto las tres que llevan un tiempo funcionando con ganadería en extensivo de razas autóctonas, como las que están en obras. Algunos ya estuvieron haciendo pastoreo en las tierras para mantenerlas desbrozadas y limpias mientras no se adjudicaba, y la experiencia es positiva”, destaca.

Maik Rober Paladino ordeña una de sus cabras en Xacebáns, Quintela de Leirado. FERNANDO CASANOVA

Para desarrollar una aldea modelo, además de tierras abandonadas con buena capacidad productiva, es necesario poner de acuerdo a los propietarios de al menos el 70% de la superficie que rodea el núcleo de población. Participar, aclara la directora xeral, es voluntario. Por lo tanto, el que no quiera puede apartarse y sus tierras quedan excluidas del proyecto. Los titulares que firmen incorporan sus terrenos al banco de tierras y se convierten en arrendadores por un período mínimo de diez años.

“En todas las reuniones que he mantenido con los vecinos, la valoración final es positiva. Es verdad que al principio tienen muchas dudas sobre el procedimiento y las implicaciones que tiene”, explica Santé.

No se tocan los marcos

Comprensible porque las aldeas modelo son un instrumento nuevo que toca un tema delicado en la Galicia rural: los marcos. “Es una de las dudas que tienen los propietarios, pero no, no se reestructuran las parcelas”, aclara la directora. Es decir, no se tocan los marcos. “Las aldeas no cambian su geometría, lo que sí hacemos es ayudarles a regularizar la propiedad, a actualizar el catastro con un levantamiento topográfico y a preparar la documentación para que la inscriban en el registro”.

La directora de Agader asegura que “en la inmensa mayoría” de los lugares en los que recogen firmas para poner en marcha la aldea modelo consiguen más del 70% de la superficie, que es el porcentaje mínimo para poder seguir adelante.

“Hay que tener en cuenta que hablamos de tierras en situación de abandono, por lo que son solo beneficios. Los que se animan pasan de pagar por desbrozar -porque hay que recordar que son zonas cerca de los núcleos y es obligatorio tenerlas limpias-, a recibir un arrendamiento”, incide Inés Santé. Al mismo tiempo, añade, “se permite desarrollar una actividad económica que revitaliza el núcleo”.

Otros ocho proyectos aprobados

Además de Osmo y las cuatro aldeas modelo que ya tienen adjudicado un productor, hay otros ocho proyectos aprobados en Ourense. En Muimenta (Carballeda de Avia), está pendiente una nueva convocatoria para la adjudicación de una parte de la aldea, ya que la otra la solicitó el Concello para poner en marcha un Espazo Agrario de Experimentación. Son, en total, 29,1 hectáreas. También está aprobada la de Trabazón (O Irixo), que recupera otras seis. La de Infesta (Monterrei), que suma 36,65 hectáreas, se aprobó en noviembre de 2019 y está en revisión la guía de ordenación productiva, mientras que la de Trelle (Toén), está pendiente de una nueva convocatoria de adjudicación de productor para sus 28,18 hectáreas.

La de Pedrosa (Riós) se aprobó en mayo de 2021 y la guía de ordenación se encuentra sometida a información pública hasta el 18 de abril. El documento en exposición establece como usos idóneos para las 12,68 hectáreas el aprovechamiento ganadero en extensivo, cultivos de huerta, árboles frutales y cultivos agrícolas de ciclo corto. En Carzoá (Cualedro), Covelo (Taboadela) y O Seixo (A Gudiña), se están elaborando los proyectos de ordenación productiva. Las tres suman 100 hectáreas.

Asimismo, de las 9 propuestas en proceso de consulta con los propietarios, cinco son ourensanas. Se trata de Villariño (O Barco), Cortegazas (Avión), O Pazo (Bande), Lobios (Porqueira) y As Nogueiras (Carballeda de Valdeorras). En conjunto, recuperarían 150 hectáreas.

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