La Mezquita de Ourense, ubicada en el barrio de A Carballeira, celebró el primer viernes de Ramadán, el periodo de máxima espiritualidad de la comunidad musulmana donde la reflexión, el rezo y el sacrificio individual lleva al ayuno y al rechazo de alimentos para renovar la fe y acercarse, todavía más a Alá. Uno de los hombres que estaba a punto de entrar dijo que “el Ramadán es un mes especial para todos nosotros que debemos aprovechar para conectar con nosotros mismos, con nuestra religión y también para intercambiar pensamientos con nuestros hermanos”.
Llegaba justo para terminar la oración que guiaba el imán Ahmed y donde se notaba una mayor afluencia de fieles que el año pasado. Mohamed, musulmán “de toda la vida” señala que este año había un aumento de personas que iban a la mezquita tras la disminución de la pandemia por el coronavirus.
Los más de 300 fieles que hay solamente en la ciudad iniciaron el pasado 1 de abril un exigente ayuno absoluto durante las horas de luz, es decir desde las 6.00 hasta las 21.00 de cada jornada, aproximadamente. La comunidad musulmana residente en la provincia se cifra en más de 1.600, de las casi 20.000 que hay en Galicia.
Al terminar el rezo Mohamed tiene una pocas palabras sobre lo qué significa el islam y la recuperación de las relaciones sociales. Dice que “es islam es una religión de paz, a pesar de lo que digan otras personas que quieren mandar otro mensaje”. Y añade que “en Ourense estamos muy bien, es muy acogedora y vivimos en paz que es lo más importante”. Fuera empieza a llover con intensidad y alguno de los fieles se quedan rezagados en el umbral de la puerta. No quieren fotos ni tampoco hablar, se calzan y se marchan.
“En Ourense estamos muy bien, es muy acogedora y vivimos en paz que es lo más importante”
Otros sin embargo intentan explicar la espiritualidad que da el Ramadán. Uno de los hombres que se acercó al rezo de mediodía dice que “el ayuno es una forma de invitar a pensar de otra manera, la vida pasa más lento y más calmado y eso influye positivamente en uno mismo y en los demás”.
Sobre el ayuno, todos los consultados dicen que ya están acostumbrados, “lo llevamos bien” y confiesan que “lo importante no es eso, si no volver a conectar con el islam, con Alá y con la religión”.
Ayer se cumplió el primer viernes del Ramadán con la “paz” de sus fieles y con la vuelta total a la normalidad. Si el año pasado los fieles se sumaban más este año la mezquita de Ourense se quedaba pequeña para los hombres que se acercaron al rezo de mediodía. Empieza una de las épocas más religiosas para la comunidad musulmana que reivindica que el islam “es paz” ante los estereotipos que todavía se extienden por la sociedad actual.
