El Concello de Ourense ingresó en 2019, el último antes del COVID, casi 140 euros, por 351 recibos correspondientes a otros tantos establecimientos hosteleros con veladores de la ciudad, una modalidad que ha crecido, por las necesidades de vivir en el exterior marcadas por la pandemia, generando conflicto no solo entre algunos colectivos vecinales, como ocurre con el casco viejo, sino entre algunos hosteleros que reclaman su trozo, en el reparto del suelo público.
El borrador entregado esa semana por el alcalde de Ourense a la oposición, y que volverán a verificar, tras la última redacción todos los grupos el día 21 de este mes, recoge ya cuales de las propuestas que presentaron grupos políticos y colectivos fueron aceptadas, y va encaminada a ser ya el texto definitivo.
Una de la propuestas que hizo Ciudadanos y que se ha incluido en este borrador, es novedosa, pues pretende darle carácter permanente, a una norma exprés que permitirá instalar veladores en plaza de estacionamientos, para dar servicio a aquellos locales que, por ubicación o ancho de acera, no tenían espacio para cumplir la distancia obligada de 1.80 metros de la fachada de las viviendas.
Esta última vuelve a ser una de las normas que deben cumplir las terrazas, en zonas abierta al tránsito permanente de vehículos, respetar los 1.80 metros como mínimo de separación de la fachada y 0.40 metros del bordillo de la acera.
En el caso de las terrazas de hostelería, a ubicar en calles peatonales o de circulación restringida, se podrán emplazar en calle o acera, cuando la haya, pero guardando esa distancia mínima que marca la normativa.
Así, en calzada de sentido único, tendrán que dejar un espacio de 3,5 metros de ancho libres, y en calzadas de doble sentido, serán 6 metros de distancia libre para pasar en caso de emergencia.
En una ciudad donde las terrazas se ubican, por su configuración urbana, en zonas estrechas como las del casco viejo, con continuas protestas de los vecinos, al no respetarse, afirman, el paso mínimo para permitir la circulación de un servicio de emergencias, los soportales son también un “caramelo” para el hostelero, pero el borrador es claro al esgrimir como obligatoria, esa s distancia mínima de 1.80 metros de las fachada, por lo que en muchos casos, al no poder cumplir esa distancia, las terrazas deben colocarse fuera de los soportales.
También se establece que, en zonas peatonales de circulación restringid, en plazas públicas y espacios abiertos, la superficie máxima de ocupación con terrazas de veladores, no sea superior al 60% del espacio libre susceptible de ocupación.
También se debe de dejar igualmente en esos espacios cerrados al tráfico, un ancho de 3,5 metros libres para el eventual acceso de vehículos de emergencias.
Una de las propuestas del borrador indica que, para que sea un a un instrumento de ordenación vivo, la Junta de Gobierno del Concello pueda establecer de forma puntual, espacios disponibles “cuando se advierta la necesidad de garantizar o mejorar el mantenimiento de uso público general de la vía o espacio público, y su accesibilidad”.
La Ordenanza de Veladores, cuya nueva redacción partirá de este este extenso borrador de 70 folios, recoge además la tipología de los veladores, con un máximo de mesa y cuatro sillas cada uno, así como tamaños de los distintos elementos a incorporar, tales como parasoles o la distancia entre ellos.
Pero además, junto con la lista de faltas y sanciones incorporadas el borrador por incumplir su articulado, se fijan zonas donde queda estrictamente prohibido instalar veladores, como es delante de los portales de acceso a edificios o locales comerciales; en los pasajes permanente o entrada de carruajes y en zonas de reserva de la vía pública entre otros.
Como curiosidad, una terraza de hostelería debe de guardar al menos 1.50 metros de distancia bocas de riego, cajas de servicio, quioscos, edificios declarados Bien de Interés Cultural, esculturas, y también de bancos y de otro mobiliario urbano.
La hostelería está exenta del pago de la tasa desde 2020, hasta enero de 2023
La hostelería del municipio de la capital, vive además un momento de excepción en lo referente al pago de las tasas que debe de pagar anualmente al Concello de Ourense, por la instalación de cada uno de los veladores de sus terrazas, pago del que está eximido por parte del Concello desde 2020, y hasta enero de 2023, como una medida de apoyo ante los daños que la pandemia causó al sector. Eso impedirá al Concello hasta entonces, percibir un padrón fiscal por la tasa de veladores, que había ascendido en 2020 a 113.969 euros, con un total de 342 recibos. El importe del año 2021 fue inferior al de años anteriores, porque en su elaboración ya se había tenido en cuenta el cierre de estos establecimientos durante el estado de alarma. El padrón de 2019, había supuesto unos ingresos de 139.837 euros, con un total de 351 recibos, según los datos que hizo públicos el propio Concello, con motivo de la exención del pago de estas tasas hasta enero de 2023.
