Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La escuela acoge a los niños que huyeron de la guerra: “El cariño es el idioma universal”

En Ourense están escolarizados 40 niños y adolescentes de Ucrania, 214 en Galicia. En los centros organizan grupos para que aprendan la lengua, la principal barrera. El abrigo de los compañeros y otros padres favorece su integración: “Los otros alumnos refuerzan la empatía y solidaridad”

El CEIP de Maceda acoge a 6 niños de Ucrania. Hay 40 escolarizados en la provincia de Ourense y 214 en toda Galicia. IÑAKI OSORIO

Anastasia, de 3 años, es la más pequeña de los seis niños ucranianos que ahora van a la escuela en el CEIP Plurilingüe de Maceda, un municipio que acoge a 20 refugiados –11 madres y abuelas, más 9 niños– tras una expedición promovida por el Concello en marzo.

En poco más de una semana, y pese a la barrera del idioma, ya es capaz de contar replicando la entonación de su profesora, y ha aprendido algunas palabras, como “hola” o “guapa”.

El sol riega el jardín, este martes, y suaviza el frío que recibió a los escolares: 0 grados a las 9.30 horas. Unos alumnos cogen narcisos, y Anastasia mira y se suma.

“Trabajo con proyectos y metodología basados en la observación y la exploración, como este. Cogemos flores, que congelaremos y a las que luego echaremos sal, y volverán a salir. Con alumnos de 3 años, la clase magistral no tiene sentido, y en su caso menos. Es una niña muy despierta, observa mucho y repite todo”, explica la profesora, Elena Fidalgo.

Anastasia, contando junto a su profesora, Elena. INAKI OSORIO

El lunes, otra niña de Ucrania se incorporó al grupo de 4º de Infantil, el primer nivel educativo en el colegio, donde estudian 173 alumnos. En la clase son ya dieciséis. “Los otros alumnos las están acogiendo de maravilla. Es un grupo muy bueno, educado en valores como la empatía y la solidaridad, que están reforzando. Aunque tienen 3 años son muy maduros y conscientes de lo que pasa”, destaca la tutora.

Maceda a sus refugiados ucranianos: "Os vamos a cuidar y a querer"

Maceda a sus refugiados ucranianos: "Os vamos a cuidar y a querer" Fernando Casanova

“Los padres me dicen que, en casa, hablan mucho del tema. Las familias se volcaron, con regalos y ropa. Tanto los niños como los padres están muy sensibilizados”. Fidalgo, con 22 años de experiencia docente, también identifica en sí misma “una sensibilidad especial. Sabes que estos niños se han quedado sin nada. Procuro hacerlo lo mejor posible para que se sientan bien. Como yo digo, el cariño es el lenguaje universal”.

Los niños de 4º de Infantil hicieron una actividad con flores este martes. INAKI OSORIO

Cuarenta niños y adolescentes de Ucrania, que pudieron escapar de la guerra en su país, están escolarizados en la provincia de Ourense: 25 en los niveles de Infantil y Primaria, 15 en ESO, FP o Bachillerato.

En el conjunto de Galicia, el número total de alumnos es de 214. Los seis de Maceda tienen distintas edades y están matriculados en los niveles que les corresponden según sus años: dos en 4º de Infantil y cuatro en 2º, 3º, 4º y 5º de Primaria.

Los compañeros están muy pendientes de estos niños, que por su parte están aprendiendo e integrándose en las clases y la vida diaria del centro. Algunos les trajeron materiales para que tuvieran con qué trabajar y jugar. Dentro de lo que cabe está siendo una experiencia positiva”, explica Isabel Blanco, la directora.

Los niños de Ucrania escolarizados reciben el respaldo y cariño de sus compañeros. INAKI OSORIO

Aprender el idioma

La distancia entre los idiomas supone la mayor dificultad. Después de las vacaciones de Semana Santa, en el centro pondrán en marcha un grupo para que los niños refugiados de Ucrania puedan aprender nociones básicas de español.

Durante unas horas, los cuatro matriculados en el nivel de Primaria saldrán de sus clases y estarán juntos recibiendo lecciones específicas de castellano, con el objetivo de que se familiaricen con la lengua de su lugar de acogida.

En este segundo trimestre, al que han llegado en su final, estos niños no serán evaluados. “Contamos con que en el tercero probablemente sí”

decoration

Conocer el alfabeto español –el suyo es el cirílico– les facilitará comunicarse en su día a día, dentro y fuera del colegio, así como intentar seguir el ritmo de aprendizaje de otras materias. Los adultos refugiados también están recibiendo clase de español en Maceda.

“A veces tienen la necesidad de hablar y comunicarse. Uno de los mayores, que habla bastante inglés, nos cuenta que vio tanques, un puesto de guerra... No preguntamos nosotras, pero a veces ves cómo, sobre todos los mayores, te intentan contar”

decoration

El centro remitió a la Consellería de Educación una solicitud para llevar a cabo la actividad de apoyo al lenguaje, para la que ha elaborado una programación. En el CEIP trabajan veinte docentes, que se han volcado para acoger y atender a los alumnos refugiados.

En este segundo trimestre, al que han llegado en su final, estos niños no serán evaluados. “Contamos con que en el tercero probablemente sí”, dice Isabel Blanco.

Maksym, junto a un compañero y el profesor de Religión. INAKI OSORIO

Mientras la inmersión en español no se implementa, la escuela hace lo posible, desde el primer día, por salvar el obstáculo del lenguaje. “Trabajamos con fichas de ucraniano-español, con pictogramas, dibujos e imágenes, y empleando además el traductor de Google en el móvil. También hemos entregado un ordenador que está en ucraniano”, indica la directora.

"‘Gracias por hacerme feliz, la niña te ama’, me dice la madre”

Con los de Infantil es más complicado recurrir a la tecnología para salvar la barrera idiomática, porque si falla la pronunciación, algo lógico a una edad de 3 o 4 años, el traductor no funciona. Esta herramienta sí resulta útil para que el profesorado pueda comunicarse con las madres, resolviendo las dudas y temores de los primeros pasos de sus hijos en su nuevo lugar de residencia. “Le mando fotos y vídeos y ella se muestra muy agradecida. ‘Gracias por hacerme feliz, la niña te ama’, me dice la madre”, cuenta Elena Fidalgo.

Lejos de su país en guerra por la invasión rusa, lejos de sus padres varones, que no han podido salir, la escuela da abrigo y también, en ocasiones, desahogo. “A veces tienen la necesidad de hablar y comunicarse. Uno de los mayores, que habla bastante inglés, nos cuenta que vio tanques, un puesto de guerra... No preguntamos nosotras, porque nos interesa que olviden un poco todo aquello, pero a veces ves cómo, sobre todos los mayores, te intentan contar”, transmite la directora de Maceda.

Los niños de Ucrania del CEIP de Maceda, junto a la directora, Isabel Blanco (c.), y la profesora Elena Fidalgo. INAKI OSORIO

Compartir el artículo

stats