Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un proyecto de 600.000 euros permitirá poner en valor y reabrir la piscina termal de As Burgas

EEs única en su género, por su ubicación a cielo abierto en la ciudad, pero está cerrada desde marzo de 2020 EPara poder reabrirla, hay que adaptar el recinto a la estricta ley de aguas termales de uso lúdico de la Xunta

Un grupo de turistas llegados desde Guadalajara Fernando Casanova

La piscina termal de As Burgas, única en su género en España por su ubicación en un casco histórico y a cielo abierto, será sometida a un proyecto de remodelación, para adaptarla a las exigencias de la nueva ley que rige el aprovechamiento de las aguas termales de uso lúdico de la Xunta. De otro modo la instalación, cerrada al público desde hace dos años, no podrá reabrirse.

El proyecto, que fue aprobado ayer por la junta de gobierno del Concello, asciende a cerca de 600.000 euros. La concejala de Termalismo, Flora Moure explica que ayer se dio un importante paso, para poder reabrir esta piscina “con todas las garantías, tras la aprobación del proyecto refundido para la adaptación a la Ley de Aprovechamiento Lúdico de Aguas Termales. Obras que supondrán además, una mejora de la accesibilidad al recinto” adelantó.

“Va a ser una obra muy ambiciosa, pues además de adaptarse a la nueva legislación, incluirá un mantenimiento integral de la piscina termal” explica la concejala de Termalismo, algo necesario pues las instalaciones fueron inauguradas en 2010.

Con esta aprobación, “desde la Concejalía de Termalismo se han dado todos los pasos para reabrir esta instalación termal” indica Flora Moure. Cuentan además con informes favorables de Patrimonio de la Xunta y Peri del casco histórico.

El próximo paso, depende también de la colaboración de ambos partidos que integran el bipartito, pues es necesario aprobar la liquidación del presupuesto del Concello de 2021, “para incorporar los remanentes del año anterior y licitar luego esta obra, tan importante para poner a disposición de la ciudadanía, esta piscina que es un atractivo turístico singular en toda Europa” subraya la concejala.

Pese a ser uno de los mayores atractivos para los visitantes, que llegaban antes del cierre, a conocer la fuente de As Burgas, y se encontraban con esta piscina termal al aire libre, y en los últimos años de uso gratuito, la instalación está cerrada desde marzo de 2020, coincidiendo con el decreto de cuarentena por la pandemia.

Sin embargo desde hace unos meses, el motivo del cierre es otro, la entrada en vigor de la mencionada Ley 8/2019, de 23 de diciembre, de Regulación del Aprovechamiento Lúdico de las Aguas Termales de Galicia. Esta normativa, que afecta de forma especial al modelo de termalismo público de Ourense, hasta ahora existente, fija unos rigurosos criterios sanitarios y de uso, que han venido para quedarse, no son solo por la pandemia. l el proyecto aprobado ayer en junta de gobierno local, tratará de solucionar. De hecho la propia legislación establece que las piscinas termales, como la de As Burgas, de uso lúdico, son un tipo de espacio termal “que reúne las características y requisitos técnicos para su consideración como piscina de acuerdo con lo previsto en el Real decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscina, que exige un control sanitario y de desinfección de las aguas”.

El entorno, como bien dicen la concejala de Termalismo, es único, pues se mezclan inmersión termal en una piscina de 200 metros cuadrados de superficie, con la historia que la rodea.

De hecho la página promocional del Concello recuerda que “en esta piscina termal, se pueden experimentar las mismas sensaciones que disfrutaron los primeros pobladores romanos de Ourense, que construyeron justo al lado de esta piscina su propia casa de baños, una balnea cuyos restos se pueden visitar después”

Los manantiales de As Burgas manan a 60 grados, pero en la instalación el agua se enfría hasta los 38 o 40 grados, para permitir el baño en cualquier época del año.

“¿No podemos bañarnos?."

El turismo empieza a llegar gradualmente a la ciudad, según se van levantando las duras restricciones marcadas por el COVID, y ayer, pese al mal tiempo, un grupo de turistas llegados desde Guadalajara, se acercaba a conocer el entorno. Desconocían, hasta su llegada a la ciudad, el potencial termal de la misma. “¿Pero toda esta agua se pierde?”, preguntaba uno de los visitantes. “¿No podemos bañarnos hoy?. ¡Qué pena!. Una excusa perfecta para volver a visitar As Burgas” bromeaba a otra turista.

El comercio urge la reapertura

osibilidad de que vuelva a reabrir al público la piscina termal de As Burgas, es muy bien acogida también por los comerciantes de esta zona turística, cafeterías o tiendas de regalos, que han notado en los últimos dos años, los efectos de la caída de turistas y de los bañistas de la piscina termal, obligadamente cerrada. “Nos afectan a todos, no solo al comercio de As Burgas, también a la ciudad, ” indica Carlos, propietario de sendos negocios de artesanía en este entorno turístico. Afirma que “además, muchos de los bañistas quedaban en los cafés de la zona, antes o después de su baño”. Antonio Durán, de bar O Cruceiro, ratifica que, en esta explanada próxima a la fuente se ha notado mucho no solo la pandemia, que cortó durante meses el turismo “sino ahora el cierre de la piscina termal; daba vida a la zona, había más ambiente y ahora el entorno está muerto. Aplauden por lo tanto la posibilidad de que el Concello agilice todos los trámites posibles, para reabrir un recurso que considera “vital para esta zona, y para la ciudad”.

Compartir el artículo

stats