Un guardia civil de Tráfico de Ourense circulaba el lunes por la tarde en su coche por la N-525 y detectó la circulación irregular de un Renault 21 que se desplazaba en zigzag por el carril. Lo adelantó y vio que la actitud del conductor al volante era sospechosa. No lo perdió de vista y requirió una patrulla. Dio 0,91 en alcohol, una tasa delictiva. Media hora antes estuvo implicado en un accidente con daños materiales.