El sentimiento del Entroido vuelve a vivirse con fuerza en toda la provincia de Ourense

El domingo grande del Entroido recuperó su esencia, exaltó su identidad y mostró su ADN social y colectivo, tras una edición simbólica por culpa de la pandemia del COVID. Ni la sexta ola pudo con un evento marcado en el calendario para la provincia de Ourense, que convivió con las pocas medidas restrictivas para unas fiestas que están siendo la analogía perfecta de que la sociedad ourensana quiere recuperar la vida de 2019.

Más de 25 puntos por toda la provincia celebraron una jornada festiva reuniendo a comparsas, charangas y la participación social porque el Entroido, ya se puede considerar la fiesta por excelencia ourensana, con permiso de los magostos. En la capital ourensana, la animación inauguro el día en formato “vermouth” para disfrutar posteriormente con el desfile de domingo que volvió a salir después de la edición de 2020.

Miles de personas viendo y más de 1.000 participando en las diferentes carrozas y comparsas de todas las temática diferentes. El Concello premió a 11 comparsas por su número, por su atrevimiento y por su diseño. Así pues Air Lolailos ganó el de mejor diseño y el de más de 10 componentes.

La de Dis-Fruta fue la ganadora en las comparsas de menos de 10 componentes y las premios especiales fueron para el Gran circo de Josefinas como la comparsa más numerosa; Cerberus fue la más ocurrente a gusto del jurado; y As 4 estacións contó con la mejor animación. En los barrios de la capital, también se dieron un particular festín. Primero en Seixalbo y depsués en Frei Canedo con dos convivencias gastronómicas, antes de empezar con la fiesta musical vespertina.

En Verín, un desfile oficioso

El domingo de Entroido en Verín significa correr y eso los cigarrones lo hacen a la perfección. Ayer, también recorrieron las calles de la villa verinense en una pasarela de colores y disfraces que alentaba a la participación social en una mañana que se convirtió en un desfile oficioso. Desde el gobierno municipal comentaban que “que no pare la música, este año no pudimos organizar el desfile, pero eso sí, la música y el sonido de las chocas resonarán con más fuerza que nunca por las calles de Verín”. Pequeños y mayores cigarrones corrieron por las calles saludando a vecinos y turistas con el sonido más tradicional de Verín, las chocas.

Los peliqueiros y la misa

Uno de los carnavales más enxebre, histórico y tradicional vivió su día grande con mucha pasión y colorido. La plaza de A Picota recuperó el centro de atención con los peliqueiros esperando a la salida de la misa a los vecinos y vecinas que ya sabían lo que esperaba. La tradición había vuelto y ellos tan felices como siempre. El Domingo de Estrea fue lo que nunca debió de dejar ser. Alegría, júbilo y una fiesta para recuperar el sentimiento de una villa que se engrandece cuando llega el mes de febrero en el calendario.

Desde la comisión, señalan que “pues la verdad es que no contábamos con tanta gente, pero sí que se acercaron a nuestro Entroido y nosotros muy contentos”. Y añaden que “

Xinzo no se cansa

Desde la comisión del Entroido enfocaban a que esta edición sería al aire libre y “no como querían”. Pero lo cierto es que tres semanas después de vivir el Petardazo, el Fareleiro, el Oleiro y el Corredoiro, ayer la Plaza Mayor de Xinzo durante la jornada matutina despertaba con más ganas de seguir viviendo el Entroido. Las pantallas hicieron acto de presencia en una de las fechas tan destacadas del calendario y que marcan los últimos días de carnaval en la provincia.

Familias enteras de pantalla hicieron acto de presencia para revivir las carreras con el estilo único que portan sus figuras para recuperar una tradición, que pasó de ser en los balcones a celebrarse en la calle. Esta edición no fue como esperaron desde la comisión ni el Concello, pero la próxima ya sueñan en hacerlo a lo grande.

Más puntos

El domingo de Entroido se dejó sentir en Allariz, en Amoeiro, en Barbadás, en O Barco de Valdeorras, en Carballiño, en Celanova, en Lobios con los follateiros, en Maceda con la salida de nuevo de los felos, en A Mezquita con los Galos saludando o con los gaiteiros por las calles de As Teixugueiras.

Mención especial merecen las bonitas de Sande que a la salida de la misa en Cartelle saludaron a los vecinos como viene siendo habitual y también reconocimiento a parte a Viana do Bolo. Uno de los más tradicionales por sus figuras dignas de la antropología. Los fulións y los boteiros salieron por las calles de la villa para recoger el calor de vecinos y turistas que no sentían desde hace casi dos años.

Las calles se llenaron de disfraces, de diversión, de música, pero también de tradición, historia y cultura en un sentimiento único que Ourense volvió a sentir como antes. La provincia está en el ecuador de una fiesta a la que le quedan jornadas por cubrir, hoy será el turno del borralleiro en Laza y del Fareleiro en Verín. También, en el barrio de A Ponte, se vivirá el día grande de Frei Canedo. El Entroido todavía no se acaba. Le quedan historias por contar y disfraces por poner.