José Miguel M. C., que fue sospechoso del asesinato de sus padres en Taboadela en 2009 –la causa se sobreseyó a su favor en 2013–, seguirá investigado por un tiroteo con emboscada sufrido por un brigadista forestal, cuando la víctima regresaba a su casa de noche, en septiembre de 2008, en Xunqueira de Ambía, siete meses antes del doble crimen.

José Miguel M. C. niega su implicación. Estuvo imputado hasta 2011 y el procedimiento se reabrió en 2020, debido al hallazgo de restos de pólvora en un nuevo estudio del pasamontañas que se incautó en su coche, una prenda supuestamente utilizada en el ataque. El magistrado de Instrucción 2, Luis Doval, ordenó en noviembre de 2021 una ampliación de la prueba pericial y la defensa recurrió, solicitando el sobreseimiento. La Audiencia Provincial desestima.

“Debe compartirse el criterio del instructor en torno a la conveniente justificación de necesidad de la práctica de la concreta ampliación de la diligencia pericial, acordada a instancia del Ministerio Fiscal, a fin de apurar los resortes valorativos de la investigación en curso, y sin que la alegación nuclear del recurso contribuya a desvirtuar su eventual utilidad instructora”, expone el tribunal, en un auto cuyo ponente ha sido Manuel Cid Manzano.

La defensa cuestiona que el plazo de instrucción ya se había agotado cuando el magistrado acordó la ampliación. “No es dado acoger la objeción temporal alegada”, señala la Audiencia Provincial, “toda vez que la causa se reaperturó el 30-8-21, la diligencia repetida se solicitó el 9-11-21 y fue acordada el 16-11-21”.

El investigado por el tiroteo, durante el registro, en julio de 2020. BRAIS LORENZO

No obstante, la sala coincide con la defensa “en la conveniencia subsidiaria de someter a la consideración del órgano pericial informante el conjunto de cuestiones planteadas” por esta parte, una serie de preguntas técnicas sobre las partículas halladas en el pasamontañas, pues la defensa no descarta que otras fuentes, y no la ignición de un arma, hubieran depositado restos compatibles con los analizados.

Además, el abogado, David López, señala que no puede descartarse una contaminación de la prenda por el tiempo transcurrido desde la incautación, en 2008, y porque en su momento ya fue objeto de análisis para la búsqueda de ADN.

José Miguel M. C., en Amendo (Taboadela), tras su detención por la tentativa de asesinato del brigadista. BRAIS LORENZO

Además de estudiar el pasamontañas, el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Guardia Civil revisó los dispositivos electrónicos requisados en el momento de la detención, en julio de 2020. No se encontró nada que resulte relevante para la investigación de estos hechos.

José Miguel M. C. fue juzgado la semana pasada en el Penal 2 por un presunto delito contra la salud pública, por los 6,1 kilos de marihuana hallados en un galpón de Taboadela, durante un registro, en julio de 2020, tras su detención por la tentativa de asesinato del brigadista.

La pesquisa estaba enfocada a la búsqueda de un arma, pero se encontró la droga en la propiedad. José Miguel también defiende su inocencia en ese caso.