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“Entramos en una fase en la que hay que aprender a convivir con este virus”

La sexta ola encara su final tras provocar el 60% de los casos registrados en toda la pandemia

Félix Rubial, gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco. | // IÑAKI OSORIO

Todavía son 3.648 las personas con COVID en Ourense y 98 los pacientes ingresados en alguno de los hospitales de la provincia, pero la fuerte caída de los casos activos en las dos últimas semanas aventura un final próximo. “Nos encontramos en un cambio de fase”, señala el gerente del área sanitaria de Ourense, Félix Rubial, “en el que coinciden dos elementos muy importantes: un cambio de tipología de cepa, que es más transmisible, pero menos virulenta; y un aumento de las barreras que tenemos para enfrentarnos al virus, con más del 90% de la población vacunada”.

Además, a estas alturas de la pandemia, el 20% de la población ourensana ya se ha contagiado y, por lo tanto, ha adquirido inmunidad natural, por lo que el virus “cada vez tiene menos nicho en el que reproducirse o reinfectar”, apunta. A mayores, la pauta de vacunación se reforzará en las personas inmunocomprometidas con una cuarta dosis o segunda de refuerzo, y en paralelo se mantendrá activa la campaña para vacunar a aquellos que no iniciaron la pauta o están pendientes de completarla.

El gerente habla del viraje de una política epidemiológica de contención a una de mitigación en una nueva etapa tras esta sexta ola “en la que tendremos que aprender a convivir con este virus que, como otros, producirá una serie de infecciones de manera periódica que van a generar cambios de salud en algunas personas más vulnerables, que algunas requerirán hospitalización y que incluso habrá cierta mortalidad”.

Proceso de gripalización

Como sociedad, “tenemos que asumir este proceso que se ha llamado gripalización, que no es otra cosa que incorporar un virus nuevo a los que habitualmente circulan”, explica Rubial. Habrá que ver, dice, qué parcela ocupa después de haber casi borrado durante dos años a otros virus respiratorios habituales como la gripe, los que provocan catarros, adenovirus y rinovirus. “En los próximos tiempos veremos cómo conviven y si se mantiene la prevalencia del COVID”, incide el gerente.

“Lo normal es que un virus mute a más transmisibilidad y menos virulencia, pero estamos en una situación en la que tenemos que seguir siendo vigilantes y prudentes”

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En cualquier caso, recuerda que la situación declarada por la OMS todavía es de pandemia y que los desiguales niveles de protección a nivel mundial, con países con muy bajos índices de inmunización, hacen posibles nuevas mutaciones. “Lo normal es que un virus mute a más transmisibilidad y menos virulencia, pero estamos en una situación en la que tenemos que seguir siendo vigilantes y prudentes”, apunta.

Diagnóstico más rápido y exhaustivo

Casi dos años después del inicio de la pandemia, el sistema dispone de las herramientas para afrontar la situación con mayor agilidad, afirma. “Desde análisis de aguas residuales a una enorme batería de pruebas diagnósticas que nos permite hacer un diagnóstico muy exhaustivo y muy rápido de la circulación del virus”, precisa Félix Rubial, que sostiene que la pandemia irá perdiendo foco social hacia una normalización paulatina. “A nosotros nos toca seguir haciendo tratamiento y vigilancia; nuestra labor se tiene que centrar sobre todo en la protección de los más vulnerables, desde un punto de vista integral, con prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación funcional”.

Con todo, y pese a las diferencias que ha marcado la sexta ola respecto a las anteriores, lo que ha demostrado es la efectividad de las vacunas. “Se da una situación paradójica pero previsible, y es que el 15% de los casos activos se concentra en mayores de 70 años, pero estos representan el 70% de los hospitalizados, es decir, el 15% genera el 70% de ingresos”, señala Rubial, “lo cual redunda y evidencia que este virus afecta a personas vulnerables, a aquellos de mayor edad o con deterioro adquirido de su sistema inmunitario”.

En resumen, destaca el altísimo impacto epidemiológico de esta sexta ola, ya que el 60% de los casos de toda la pandemia se concentran en esta fase, así como el impacto moderado en hospitalización y un impacto discreto en uci.

Residencias y centros educativos

Según la última actualización de Sanidade, hay 3.648 positivos en Ourense, 196 menos que la jornada anterior, y un alivio en la presión hospitalaria. Además, hay que sumar una nueva víctima, una mujer de 73 años que falleció el lunes. En cuanto a la situación en centros sociosanitarios, hay 145 usuarios positivos en la provincia. Además, se contabilizan 26 casos activos vinculados a escuelas infantiles, y 440 a colegios e institutos, sin que sea necesario en este momento el cierre de ningún aula.

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